
A buen ritmo marchan las acciones para la puesta en marcha de la planta desaladora de agua montada en Papi Lastre, barrio rural del municipio granmense de Cauto Cristo, asegura Aristónico Alarcón Contreras, subdirector de inversiones y mantenimiento en la delegación de Recursos Hidráulicos en la provincia de Granma.
En post publicados en su perfil en la red social Fascebook, Alarcón Contreras añade que personal de la Empresa Electrica, la Unidad Empresarial de Base de Acueducto y Alcantarillado Cauto Cristo, la cooperativa no agropecuaria Segunda Villa (constructora de las instalaciones civiles), la empresa mixta Acuanova S.A. y Recursos Hidráulicos en Granma, trabajan en la terminación de la obra con el propósito de ponerla en explotación cuanto antes sea posible.
Consultado vía telefónica, Alarcón Contreras precisó que los equipos de la planta fueron probados en fecha reciente y funcionaron bien.
La principal tarea pendiente en la obra, puntualizó, es la relacionada con la instalación de los medios necesarios para su protección contra descargas eléctricas.
Por su parte Norberto Millán Sánchez, director en funciones de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado en Granma, la cual operará la desaladora una vez puesta en marcha, apuntó que también falta retocar sus depósitos de agua, para eliminar salideros.
La mencionada será la segunda potabilizadora de ese tipo en prestar servicios, la primera comenzó a hacerlo en mayo de 2018 en El Salvial, comunidad rural cautocristense, y debe seguirle una tercera en Las Mangas, municipio de Bayamo, que se encuentra en ejecución.
La planta desaladora de Papi Lastre “tiene una capacidad de diseño para procesar dos mil litros de agua por hora, que será entregada a los consumidores mediante un punto de fácil acceso”, subraya Aristónico Alarcón Contreras.
En las plantas de tratamiento y depuración de aguas como la mencionada, la potabilización es realizada mediante un complejo proceso de filtración e inyección de sustancias químicas, denominado por ósmosis inversa, que la entrega apta para el consumo humano.

En Papi Lastre residen unas 700 personas, abastecidas mediante un sistema de acueducto cuya bomba entrega por segundo tres litros y medio de agua, pero salada, debido al exceso de sales minerales de las rocas del subsuelo de toda la cuenca del río Cauto.
La recibida del acueducto cada tres o cuatro días, en la mayoría de los hogares no alcanza para satisfacer las necesidades, por ser débil la fuerza de la que a ellos llega y escasez de envases para acopiarla, y es utilizada para el aseo.
El agua para beberla la buscan de pozo distante un kilómetro, cuyo manantial se deprime de manera considerable en períodos secos, por lo que la nueva potabilizadora contribuirá a elevar su calidad de vida al garantizarles “acceso universal al agua potable segura”, uno de los objetivos de Desarrollo sostenible de Naciones Unidas.