
Con un acto en la plaza principal de Jiguaní, rememorarán este domingo, la emancipación de este territorio por parte de las tropas rebeldes.
La conmemoración también incluye una peregrinación hasta el cementerio de la localidad, donde se les rendirá homenaje a los caídos en el combate de San José del Retiro, acción bélica que permitió la liberación de este municipio granmense.
Seguidamente las máximas autoridades partidistas y gubernamentales, familiares de los mártires y jóvenes jiguaniceros, se trasladarán hacia el sitio del enfrentamiento armado para evocar los hechos allí acontecidos.
Previamente se ha desarrollado la Jornada de la Cultura de ese poblado que finaliza hoy, la cual ha tenido disímiles actividades que respetando las medidas preventivas de la Covid-19, ha amenizado durante cinco días la vida cultural de esa localidad.
El 7 de diciembre de 1958 Fidel Castro Ruz se traslada hacia la Rinconada, zona cercana a Jiguaní, y desde el 8 va precisando con los demás frentes la ofensiva hacia Santiago de Cuba.
Raúl Castro Ruz y Juan Almeida Bosque ultiman, el día 18, todos los detalles para la marcha sobre Santiago y allí se dan orientaciones a Guillermo García para conformar el anillo para el ataque a Jiguaní.
Sorpresivamente las fuerzas de Batista, diezmadas en la zona de Baire y esta ciudad, deciden retirarse hacia Bayamo, en el trayecto se efectúa el combate de San José del Retiro, uno de los puntos del cerco.
Hay un momento en que los soldados del régimen dan voces de rendición, los rebeldes se levantan, pero todo era parte de una treta. Entre los 11 rebeldes caídos estaban Juan Pérez Olivera, de 15 años, y el heroico capitán Ignacio Pérez Zamora, ascendido póstumamente a Comandante.
Esa acción permite la entrada, el 19 de diciembre de 1958, de los barbudos a Jiguaní. En los portales de la calle General García son tendidos los 11 cadáveres y allí el pueblo les rinde homenaje. Por la noche Raúl Castro, Vilma Espín, Celia Sánchez y Fidel Castro tributan honores a los fallecidos e intercambian con los lugareños.
Posteriormente Raúl despide, en el cementerio de la localidad, el duelo de los héroes.
Así comenzó una nueva etapa para este pueblo que al igual que toda Cuba, festejó el fin de una cruel dictadura.