Foto Cortesía de la entrevistadaRecuerdo sus agitados pasos rumbo al estudio de grabaciones o la cabina, testigos de apasionadas creaciones a las que siempre aportó algo Nuevo en honor al apellido maternal:
“Mi madre integró varios espacios artísticos de la ciudad, entre ellos el programa La onda de la juventud, de Radio Granma, con la locución de Félix Carbonell, que cada tarde paralizaba a Manzanillo.
“Ella me hablaba del trabajo radial, inicialmente no me interesó, pero al llegar al preuniversitario Manuel Piti Fajardo, coincidí con un colectivo de estudiantes vinculados a ese programa como locutores y corresponsales”.
LA ENTRADA
“Por embullo del grupo, llegué a la emisora en febrero de 1990, redactaba pequeñas informaciones sobre lo acaecido en las escuelas, saludos, felicitaciones… y comenzó a gustarme el medio.
“En una de las rutinas diarias coincidí con otros contemporáneos en un dramatizado dirigido por Misael Ramos Rodríguez, en el que se forjaba una generación con intereses culturales más allá de los Terrícolas, los Pasteles Verdes y aquella música del recuerdo.
“Iniciábamos una radio novedosa con canciones de Silvio, Pablo, Varela… y el tratamiento a temas polémicos para fomentar la cultura del debate, el pensamiento y acercarnos, con fresca visión, a la política cultural del país.
“Los intereses generacionales comenzaron a chocar, pasado el tiempo cambió el equipo de dirección y el programa devino referente para el estudiantado de la región, como también lo fueron Muchachada, Sonando, ¿Y qué tú crees?…
“Nacía una nueva etapa colmada de ideas, y en nosotros la necesidad de superación constante, de manera que algunos de aquellos muchachos protagonizan hoy la historia, analógica y digital, en la RG del Guacanayabo”.
CUANDO LA RADIO ES BUENA….
“En 1997 recibí el Gran Premio internacional Imago, por el cuento Los besos despiertan en la piedra, con las actuaciones de Ana María Ugalde Moreno, Luis Carlos Frómeta Agüero, la narración de Marzo Enrique Rivero Bertot y la dirección general a mi cargo.
“Era una versión de la obra homónima del escritor cubano Manuel Cofiño, pero la novedad consistió en que nunca antes la radio había logrado el lauro en ese concurso, auspiciado por la Facultad de las Artes de los Medios de Comunicación Audiovisual, (Famca) del Instituto Superior de Arte.
“En la referida academia aprendí realización televisiva, cuya práctica resultaba lejana, considerando que en mi pueblo no existía el medio, y el telecentro más cercano radicaba en Bayamo”.
NUEVO AMANECER
“Abrió sus puertas el año 2000, fui a vivir a la capital granmense y para lograr una mejor formación de lo estudiado, me vinculé al canal Crisol de la Nacionalidad Cubana y dos años después asumí la presidencia provincial de la Asociación Hermanos Saíz.
“Para no olvidar mis raíces alternaba las funciones en CMKX con
los espacios RB.com, Rompiendo el silencio…, hasta que en el 2004, al inaugurarse Golfovisión, primer canal municipal de televisión cubana, regresé a Manzanillo para impartir talleres de locución,
“Desde Granma colaboraba con el espacio nacional Deudas, dirigido por el coterráneo Ernesto Bosch, hasta que en el 2017 me incorporé, como periodista y locutora, al canal Caribe y a compartir espacios en la COCO y Radio Rebelde”.
Abrigada en la radio que lleva dentro se muestra sonriente, apasionada y creativa, aprovecho entonces para transmitirle lo que una vez escribió el poeta nicaragüense Rubén Darío:
“No dejes apagar el entusiasmo, virtud tan valiosa como necesaria; trabaja, aspira, tiende siempre hacia la altura”.