Un instructor junto a los arpegios de su guitarra

El desarrollo de talleres creativos y de apreciación, la  atención a unidades artísticas y el perfeccionamiento de los aficionados que atiende son herramientas con las cuales trabaja Ignacio Riverón Solano.
 
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Por Luis Carlos Frómeta Agüero | 19 marzo, 2022 |
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 Foto Manuel Olivera Álvarez-MOA-
Los primeros acordes de su guitarra recibieron la asesoría del profesor Ramiro Zayas, en la Escuela Elemental de Música Manuel Navarro Luna, de Manzanillo, justamente cuando avanzaba el año de 1983.     

Problemas familiares le impidieron el pase de nivel, pero la academia de arte de El Yarey, le abrió las puertas a su desempeño docente comunitario.
COMIENZO
“Cumplí el servicio social en la Casa de cultura municipal, bajo la dirección de Manuel Olivera Álvarez (MOA), inicialmente con niños, fue un trabajo ascendente acompañado de varios premios en los Festivales Reparador de sueños, una etapa inolvidable.
“En 1998 el  niño Linier Guerra arrasó con los aplausos en el evento de música infantil Cantándole al sol, con el tema El pregonero: gran premio internacional, el de la popularidad e interpretación…¡Imagínate! nos sentíamos ampliamente reconocidos entre los pequeños interpretes de Canadá, México, África, Cuba y sus representantes.
“Similar connotación experimenté con un  coro de la tercera edad, categorizado nacionalmente, algo difícil de lograr, y con los  tres años consecutivos alcanzando premios nacionales e integrales con estudiantes de la Escuela Militar Camilo Cienfuegos, de la ciudad”.
CONCEPTO
“El instructor de arte debe poseer el don de la paciencia y de la dedicación para trabajar con la variedad de personas que forman parte del movimiento de artistas aficionados, incluidos los programas especiales y conductas sociales, cuyo aprendizaje  a veces resulta nada favorable.
“Este tipo de instrucción, es la peculiar manera de mostrar el cariño que sientes por los demás y socializarla, es ayudarles a disfrutar la vida a través del arte y contribuir a cambiar la forma de pensar de quienes transitan por un camino erróneo”.
CONSTANCIA
“Dirigí la Casa de la trova local durante dos años, etapa de crecimiento como artista e instructor y hace más de siete, atiendo el proyecto juvenil Palmer, categorizado a la máxima instancia: premio del Festival Escaramujo, ejecutor de ritmos tradicionales cubanos, en su segunda generación, y distintivo en  espacios fijos de la uneac manzanillera.
“Se trata de una pequeña compañía de la que se desprenden trovadores, dúos, solistas, música instrumental nacional, campesina y  pequeños formatos como la melcocha, típica del Guacanayabo.  
“El Día del instructor de arte recibí un Premio especial por la formación generacional durante muchos años, entregado por el Consejo provincial de Casas de Cultura, honor a mi trabajo que, enhorabuena merecieron otros colegas granmense con similares desempeños”.
CONSEJO
“Para considerarse un buen profesor instructor de arte, es preciso  emplearse a fondo metodológica  y culturalmente, ahí radica la esencia del triunfo”.
DE VUELTA A LA CLAVE
Transcurre la mañana con el ajetreo de siempre, el joven Ignacio atraviesa la ciudad con su guitarra al hombro como los antiguos trovadores, le urge llegar a tiempo a su Casa de cultura ,convencido de que la constancia en la vida es el mejor acorde para ganar la partida.

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