Los Órganos de la Seguridad nacieron sin tiempos de ceremonia

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Por Agencia Cubana de Noticias (ACN) | 24 marzo, 2022 |
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Los Órganos de la Seguridad del Estado (OSE) fueron creados por indicaciones del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz hace 63 años, el 26 de marzo de 1959, al fusionarse el Departamento de Investigación del Ejército Rebelde (Dier) y la inteligencia de la Marina junto con el órgano similar de la Policía Nacional Revolucionaria (G-2 PNR), que hasta entonces enfrentaban las acciones contrarrevolucionarias en sus respectivos ámbitos.

Para entonces no se vivían tiempos de ceremonias y la nueva organización nació con los mínimos trámites formales -sin acto público ni reporte de prensa- en un local del antiguo campamento militar de Columbia, con la presencia de un grupo de jóvenes oficiales del Ejército Rebelde, de rostros cansados y deseosos de salir a cumplir urgentes tareas para la seguridad del nuevo Estado.

Ese propio día fue enfrentado un plan para asesinar a Fidel, preparado por Rolando Masferrer, ex jefe de grupos paramilitares y connotado asesino exiliado en EE.UU., quien envió a dos infiltrados a atentar contra el líder cubano en las cercanías del entonces Palacio Presidencial, lo cual resultó frustrado, aunque los terroristas después de un tiroteo pudieron exfiltrarse.

Tampoco la sede de la incipiente jefatura de la Seguridad del Estado era un lugar seguro, al estar muy cerca de las instalaciones del entonces jefe de la Fuerza Aérea Rebelde, Rafael Díaz Lanz, quien junto a un grupo de sus colaboradores conspiraba para sublevarse con los aviones y bombardear la zona. Pocas semanas después desertó y se trasladó a Estados Unidos.

Hasta ese momento, los planes de la CIA en su afán de derrocar a gobiernos progresistas habían tenido resultados, a costa de países que aunque desarrollaron procesos revolucionarios limitados, dependían de los ejércitos tradicionales para su supervivencia y que al final desempeñaron un rol fundamental en los golpes de Estado, como ocurrió con el derrocamiento de los gobiernos nacionalistas en Irán en 1953 y Guatemala en 1954.

Pero contra Cuba esos métodos fracasaron, ya que por primera vez en el Hemisferio Occidental una Revolución popular y triunfante demolió hasta sus cimientos las fuerzas armadas oligárquicas y sus órganos represivos y creó organismos de seguridad de nuevo tipo salidos de un ejército revolucionario, con lo cual el imperialismo yanqui perdió para siempre en la Isla a sus aliados más incondicionales.

Otra característica que visionó Fidel para la efectividad de los aparatos de seguridad fue la unidad con el pueblo como principal aliado en su tarea, principio que se consolidó el 28 de septiembre de 1960, con la creación de los Comités de Defensa de la Revolución, lo cual hizo imposible que los agentes enemigos actuarán con impunidad.

El Comandante en Jefe previendo peligrosas y difíciles circunstancias concibió que los Organos de la Seguridad del Estado (OSE) tendrían que nutrirse de los más fieles y valientes hombres procedentes del Ejército Rebelde, y de las organizaciones insurreccionales, que comprendieran el proceso de radicalización de la Revolución y no se amilanaran ante las inminentes agresiones del gobierno estadounidense.

Y la selección no pudo ser mejor. Desde esa etapa fundacional de los OSE tuvieron una participación muy importante los comandantes Ramiro Valdés Menéndez, Abelardo Colomé Ibarra, Manuel Piñeiro Losada y los capitanes Joaquín Méndez Cominches, Eliseo Reyes Rodríguez (San Luis), José María Martínez Tamayo (Papi), Orlando Pantoja Tamayo (Olo) y el primer teniente Enio Leyva Fuentes, la mayoría de los cuales no sobrepasaban la tercera década de vida.

Otros muchos cayeron en lucha desigual en las filas del enemigo, como el agente de la seguridad y comandante del Directorio Revolucionario 13 de marzo Tony Santiago, quien en 1961 cuando se dirigía a Miami en una embarcación para continuar su labor de penetración, fue interceptada la nave por un lancha de la CIA que la ametralló hasta hundirla, mientras él desde el agua, ripostó con su pistola a los mercenarios y gritó: ¡Patria o Muerte! hasta que fue fulminado por los disiparos, según confesaron sus asesinos años después.

Otro de los mártires de la Seguridad fue Alberto Delgado Delgado, el hombre de Maisinicú, un campesino analfabeto quien se puso zapatos por primera vez a los 12 años y se incorporó al Ejército Rebelde en 1958. En 1961 lo intentó captar la contrarrevolución y se convirtió así en un agente secreto de la Seguridad del Estado que penetró las bandas de alzados hasta que resultó asesinado en 1964, sin que delatara su condición de revolucionario aun bajo salvajes torturas.

La actual administración estadounidense dirige sus fundamentales esfuerzos agresivos contra Cuba basada en la vieja doctrina Monroe de hace más de 200 años, que concibe la región como territorio de conquista y control de EE.UU., pero ahora renueva sus métodos con el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones, y las redes sociales.

En estos nuevos escenarios, de conjunto con los métodos tradicionales de bloqueo y acciones violentas, el impero prioriza su guerra cultural contra la nación y establece un reto para las nuevas generaciones de combatientes de los OSE que, como sus heroicos antecesores, sabrán derrotar los nuevos intentos enemigos.

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