
Aun con la mayor parte de sus proyectos solo en diseño, a la mediana empresa Metropolitana Granma (MertroGran), ya le asiste el mérito de estar entre los nuevos actores económicos cubanos con más arresto.
Todo, por su condición de Mipyme estatal, un segmento en el cual hay una ínfima incursión, en el universo general de las micro, pequeñas y medianas empresas que nacen.
De hecho, de las poco más de dos mil 400 aprobadas en todo el país, solo alrededor de medio centenar son estatales. Incluso Granma, una de las provincias en la vanguardia de tal proceso de creación, también ha sido discreta en ese sentido, pues de las 272 entidades económicas y de servicios aprobadas, solo cuatro son estatales, tres vinculadas al sector agrícola y la reconocida PEXAC (instrumentos de medición).
LOS POR QUÉS
Hay disímiles opiniones en torno al anterior comportamiento, algunos especialistas en el país lo relacionan con la descentralización que implica, pues directivos de entidades no ven la creación de estas entidades de nuevo tipo como una oportunidad, sino como perdida de capital y poder.
Otras opiniones apuntan a la resistencia al cambio (o acaso por comodidad), al hecho de que muchas entidades estatales se dedican a un único propósito y se resisten a desprenderse de eso para generar competencia, y también porque estamos hablando de un proceso que lleva recursos materiales y financieros, en medio de un escenario económico complejo.
Todo eso es real, pero también lo es el hecho de que, si la empresa estatal socialista desea transitar el camino del fortalecimiento, deberá arriesgarse, asumir retos, aprovechar potencialidades y este proceso de creación que, no es más que el resultado, tan anhelado, de desatar fuerzas productivas y flexibilizar objetos sociales.
SUEÑO CON LOS PIES EN LA TIERRA

Cuando Rafael Rodolfo Cabrera Espinosa, habla de la mediana empresa Metropolitana Granma, lo hace con un optimismo extraordinario, y te deja la sensación de estar frente a un proyecto que ya marcha a todo tren.
Pero, más bien podríamos asegurar que ahora solo empieza a alistarse esa locomotora, y en todo caso, Cabrera Espinosa advierte la voluntad de esa mediana entidad representada por él, y la cual surge como socia de la Empresa Integral Agropecuaria Granma, para apoyar a esta última en las gestiones de comercialización de productos, ante la suspensión de las operaciones de la Unidad Empresarial de Base de Aseguramiento, que antes asumía aquellas funciones.
“En definitiva, explica, el propósito es arrendar establecimientos y puntos de ventas, pertenecientes a la empresa provincial de Acopio y cualquier otra entidad con espacios aprovechables para ese objetivo.
“Por ahora ya contamos con un primer punto de venta, mercado El Rápido, en el reparto bayamés Latinoamericano, con más de 220 mil pesos ingresados por concepto de comercialización de enero a la fecha. Pero tenemos establecidas relaciones contractuales con varios proveedores de Cauto Cristo, y concertado el encadenamiento con mipymes similares a esta en Pilón y Campechuela”, agregó.
Una de las gestiones con prioridad es el aseguramiento de un medio de transporte para el traslado de productos a comercializar, un trámite que, según el representante, perfiló horizontes, durante un primer encuentro realizado recientemente en el municipio de Manzanillo, por los nuevos actores económicos granmenses, y en el cual participaron también instituciones involucradas en los trámites a realizar por las mipymes (tal es el caso del Banco).
Lo más visible, sin embargo, es la voluntad y el deseo de emprendimiento de MetroGran, una entidad que sueña en grande, y que apostará también a la comercialización de carbón vegetal, a conservar productos del agro, y cuantas labores sean posibles para seguir adelante, y al mismo tiempo demostrar que esta apertura hacia la innovación, hacia la búsqueda de soluciones y alternativas, también debe interesarle a las entidades estatales cubanas.