
Los días 28, 29 y 30 de marzo de 2002, el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, realizó una visita a la provincia de Granma, durante la cual inauguró cuatro programas nacionales: Curso de Superación Integral para Jóvenes sin vínculo laboral ni estudiantil; de Escuelas de Artes Plásticas; de Salas de Televisión y el de Introducción de la Enseñanza de la Computación en la Educación Primaria.
Además, presidió una Tribuna Abierta en Buey Arriba y aprobó la ejecución de un nuevo acueducto en Manzanillo, el Drenaje Norte y la Circunvalación Sur, en Bayamo, y la reparación de la carretera que une a las mencionadas dos principales ciudades granmenses.
Transcurridos pocos más de dos años de aquel suceso, el 10 de julio de 2004 publiqué en el semanario La Demajagua el reportaje titulado Para hermosear la vida, sobre lo hecho hasta ese momento en la construcción del Drenaje Norte de la ciudad capital de Granma, el cual reproduzco textualmente, motivado por cumplirse en estos días finales de marzo de 2022, el aniversario 20 de aquel realmente intenso recorrido de Fidel por territorio granmense.
PARA HERMOSEAR LA VIDA
“Cuando llegué aquí hace casi 40 años (*), esto era un sao, con trillitos. Nada más había 4 o 5 casas. Después la gente fue viniendo, el Estado dándole solares… hoy es un pueblo”, dice Primitivo Aguilera Argote parado en la acera de la flamante y animada avenida que ahora pasa frente a su casa.
Bocinazos de veloces automóviles alertan del peligro a indisciplinados ciclistas y un pesado camión ruge mientras rompe la inercia.
Por su parte Esperanza Álvarez Valdés, testimonia: “llevo más de 30 años viviendo aquí (**). Esto era un lugar insalubre, aquella zanja con un mal olor que no se podía soportar ¡de noche era terrible el mal aliento de aquel zanjón!”
Muy cerca un vecino llena un cubo con el agua que sale de una lustrosa manguera negra.
Primitivo y Esperanza residen en La Unión, reparto de la ciudad de Bayamo, capital de la provincia de Granma, en la parte oriental de Cuba, antes atravesado por una zanja de oscuras aguas que motivó el lugar fuera llamado La Malaria.
El pestilente cause fue eliminado y en su lugar se hizo una amplia calle, debajo de la cual dos tuberías evacuan las avenidas pluviales y desechos líquidos.
La obra sanitaria forma parte del proyecto Drenaje Norte de Bayamo, aprobada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz durante una visita de tres días a Granma a finales de marzo del 2002.
Beneficiará a unos 50 mil residentes en los repartos La Unión, El Valle, Siboney y Manopla (***).
Su costo se calcula supere los 20 millones de pesos, parte de ellos en moneda libremente convertible.
La primera parte contemplaba, tal como se ha hecho, realizar la excavación y situar las tuberías colectoras principales, así como construir sobre ellas casi dos kilómetros de calle y aceras de la avenida 26 de Julio, desde la rotonda del reparto La Unión hasta la calle 24 de Siboney, una laguna estabilizadora y rehabilitar tuberías del sistema de acueducto.
Por la gran envergadura de los trabajos y sus características, laboraron en el Drenaje Norte de la Ciudad Monumento Nacional experimentados y verdaderamente aguerridos hombres de los contingentes Celia Sánchez Manduley y Braulio Coroneaux, de Granma, Josué País, de Santiago de Cuba, Cuito Cuanavale, de Ciego de Avila, y la Empresa de Obras Ingenieras Victoria de Girón, de Las Tunas.
Cumplidas sus misiones esas fuerzas, excepto una, marcharon a emprender la conquista de otras metas. Quedan ahora solo del Braulio Coroneaux, que se baten duro en la colocación de tuberías de 400 milímetros a metro y medio de profundidad, en las calle 10 y 12 del reparto Siboney, desde la referida avenida 26 de Julio hasta la policlínica René Vallejo, con la invariable decisión de concluir antes del ya próximo Día de la Rebeldía Nacional.
MÁS SALUD Y MEJOR MEDIO AMBIENTE
“Nos sentimos encantados con esta obra maravillosa” –manifiesta Esperanza Álvarez. Y Primitivo Aguilera interpola: “Estoy muy feliz. El que no se sienta satisfecho es un malagradecido”.
La zanja La Malaria era un factor altamente agresivo al medio ambiente; vertía cientos de toneladas de carga contaminante al arroyo Salado, que a su vez las trasladaba al río Bayamo y este al Cauto, el más largo de la isla antillana.
También incidía en la salud de los vecinos. El doctor Rafael Oliva Ávila, médico de la familia en el consultorio número dos del reparto Siboney, que se encuentra pegadito al punto final de la avenida 26 de Julio, expone:
“Las condiciones higiénicas de la zanja eran deplorables, lo que traía consigo enfermedades de transmisión digestiva, sobre todo a los niños que jugaban cerca, metían las manos en ella.
“Entonces aparecían el parasitismo, las enfermedades diarreicas, los mosquitos. Con esta avenida se eliminaron esos problemas y la repercusión en todos los sentidos ha sido positiva, tanto desde el punto de vista de salubridad como estético. La población asume la obra con gran alegría.”
(*) Tener en cuenta que la entrevista fue realizada a principio de julio de 2004
(**) Ibid
(***) Ahora los residentes en los repartos La Unión, El Valle, Siboney y Manopla son beneficiados con un mejor servicio de agua, gracias a la modernización del sistema de acueducto en la zona norte de Bayamo.
Saludos periodista, creo es oportuno que a tantos años de aquellos trascendentes programas aprobados por el Comandante en Jefe cumplieran su propósito, otros como el acueducto de Manzanillo nunca satisfizo por su calidad de ejecución a los pobladores de aquella ciudad, nunca se cumplió la idea de suprimir el agua que se desperdicia por los salideros, y los ciclos anunciados nunca fueron así, no hubo agua las 24 horas como se dijo, ni siquiera cada dos o tres día; hay otros programas que fueron nacionales que también desaparecieron como los de la cocción eléctrica, la utilización de las bicicletas a pesar de que se mejorara el transporte, hoy mantener una bici para un trabajador es más caro que poner una nave en el espacio, creo es loable resaltar lo alcanzado por aquellos programas pero sería conveniente hacer un trabajo periodístico con lo que mo se ha materializado o ha desaparecido.