
Aunque han transcurrido varios días creo que no podemos pasar por alto uno de los hechos más trascendentales de la actual Serie Nacional de Béisbol: los seis hits del granmense Yosbany Millán Blanco, conectados el pasado miércoles cuando Granma noqueó a Cienfuegos 17-7.
Ese hecho no fue muy amplificado por los medios; sin embargo, él igualó un récord para un partido “normal” y que comparten casi 20 jugadores de nuestras series nacionales.
El primero en lograrlo fue el guantanamero Andrés Telemaco, el 12 de febrero de 1969, en un choque entre Mineros y Pinar Del Río.
Después de eso lo lograron otros hombres, incluyendo a Yoenis Céspedes, quien concretó la hazaña ante Camagüey, el 24 de diciembre de 2006.
Por lo tanto, Yosbany Millán se conviertió en el segundo granmense en pegar seis hits en un juego, pero a diferencia de Céspedes y del resto de los jugadores lo hizo en un duelo que solo duró siete capítulos.
Es necesario aclarar que el matancero Gerardo Rionda pegó siete indiscutibles jugando contra Orientales, el 4 de mayo de 1974, aunque lo concretó en un desafío que se extendió 11 entradas. Quiere decir, que tuvo más posibilidades ofensivas y ese cotejo puede considerarse “fuera de lo común”.
“Yo no sabía nada del récord. Cuando salí del estadio varias personas me pararon y me hablaron del tema y eso me estimuló”, expresó el bayamés, nacido el 29 de septiembre de 1987.
Millán está jugando su tercera serie nacional, aunque por primera vez con Granma pues en las dos anteriores vistió el uniforme de Holguín, provincia que lo acogió porque aparentemente en su tierra chica “no cabía”.
“Me he adaptado muy bien al grupo, mis compañeros me acogieron con mucho cariño y eso ha ayudado a tener un buen campeonato”, dijo cuando la prensa le preguntó sobre su inserción dentro de los Alazanes, equipo con el que ha jugado como segunda base, antesalista torpedero y patrullero izquierdo.
Millán, quien no transitó por la famosa pirámide deportiva, pero sí tuvo excelentes números en varias series provinciales, solo tiene en esta campaña cinco errores en 197 lances (975 a la defensa), mientras que a la ofensiva promedia 306, con 382 de OBP, 13 impulsadas y 27 anotadas.
Su rendimiento debe ser exaltado en la ya casi segura clasificación de los Alazanes, como también deben ser elogiados esos dos seis inatrapables que lo colocaron en una cumbre poco acariciada a lo largo de nuestros clásicos.