
Quienes lo conocen refieren que de niño se inició esporádicamente en el mundo musical, luego decidió tomarlo en serio, junto a su hermano Francisco Santiesteban Castillo y la guía de los maestros Miguel Milanés y Pepe Jorge, relevantes profesionales de su tiempo, en Jiguaní.
RECORRIDOS
“En 1963, ingresé de forma voluntaria como clarinetista, en la Banda de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) radicada en Santiago de Cuba, dirigida por el Maestro bayamés Salvador Alarcón.
“En breve, este guía se percató de mis condiciones para tocar el oboe y comprendiendo sus consejos, dejé a un lado el clarinete y comencé mi labor como oboísta”.
EL OBOE
El oboe (en francés: hautbois madera alta o aguda) es un instrumento musical de la familia viento madera, de taladro cónico, cuyo sonido se emite mediante la vibración de una lengüeta doble que hace de conducto para el soplo de aire. Su timbre se caracteriza por una sonoridad penetrante, mordente y algo nasal, dulce y muy expresiva.
PRESENCIA
“Después de mi desmovilización de las FAR en 1974, integré la Orquesta Sinfónica de Oriente, cuatro años más tarde llegué a Bayamo para formar parte de la orquesta Variedades, dirigida por el Maestro Luis Bonet, en la que permanecí hasta 1980.
“En ese año, se reconoció institucionalmente la Banda municipal jiguanisera, que hasta ese momento ofrecía funciones alternativas y, comprendiendo la importancia de la agrupación, colaboré con su reorganización.
“Estoy orgulloso de pertenecer a esta agrupación: en ella conocí a compañeros que, por mi estancia fuera del territorio, no tuve el placer de compartir con ellos, aquí nacieron también mis alumnos, creció el respeto, la admiración… ”.
CONSEJO OPORTUNO
“Cuando comencé no existían academias como ahora, estudié el instrumento en la Banda del Estado Mayor, en La Habana, también lo hice en Camagüey y Guantánamo, cuyos profesores ofrecían sus conocimientos de manera desinteresada.
“Por esa razón y otras relevantes en la Enseñanza Artística, le digo a la nueva generación de músicos que profundicen en sus estudios para sacar mejor provecho.
“Siento inmenso placer cuando ejecuto mi instrumento y a ellos siempre les recomiendo que hagan lo mismo, es la mejor forma de salir adelante y respetarse como músicos profesionales”.
Esta banda centenaria hace pocos años brindó la jubilación al oboísta Quesada Santiesteban, pero lo mantiene activo en sus filas por su sonoridad y ejemplo.