Si el primer triunfo ante Industriales, en el play off de cuartos de final de la presente campaña beisbolera, hizo soñar a los seguidores de los Alazanes de Granma con otra corona, el conseguido, este viernes, avivó ese anhelo.

Sobraban razones para dudar sobre su posible accionar en la actual postemporada, sobre todo, por la disminuida nómina con que llegaron, pero las dos demostraciones que ofrecieron en su cuartel general, el estadio Mártires de Barbados, se han encargado de borrar esa mala vibra.

Como dijo un colega, cuando aprendieron a jugar estos encuentros decisivos y enfrentaron a los rivales sin complejo alguno, hasta comenzar a creérselo, alcanzaron su primer título en series nacionales.

Al parecer, ese gen de campeones ya lo heredó la actual generación de alazanes, porque ni el más difícil de los obstáculos se ha vuelto insalvable para los alumnos de Carlos Martí.

Este viernes, cuando todo indicaba que los Leones se encaminaban a la victoria e igualarían el match a un éxito por bando, remontaron una desventaja (0-3) que parecía inalcanzable, mientras Pavel Hernández lucía inmenso sobre la lomita.

Con la salida del joven capitalino, en el séptimo capítulo, llegó la remontada y frente a lo mejor del bullpen azul: Erick Christian González y Andy Vargas, coronada con un jonrón de Guillermo Avilés, que redondeó el racimo de cuatro carreras, para dar ventaja decisiva.

Vargas, a la postre, perdedor del encuentro, soportó otro estacazo de Iván Prieto en la próxima entrada, que fijó el marcador final (5×3), instantes después de que Carlos Santana consiguiera un escón de leyenda, cuando sacó los tres out y dejó anclada en la antesala la posibilidad del empate para los habaneros.

Además de Avilés y Prieto, que jonronearon por segundo día consecutivo, y Santana, la victoria tuvo otros protagonistas, como el jardinero central Francisco Venecia, intratable con el bate e inmenso a la defensa; también, el antesalista Osvaldo Abreu, oportuno como casi siempre y un jugador que muchos mentores lo quisieran en su equipo.

A partir del domingo, las acciones se trasladan al Coloso del Cerro, donde los locales tratarán de, al menos, arrancar dos triunfos para seguir con vida; de suceder lo contrario, Martí y sus muchachos avanzarían a semifinales y continuarían en la defensa del título.

Para el primer juego en predios capitalinos, Yoel Mojena debe ser la designación del alto mando granmense y, por los rivales, se manejaba el nombre de Raymond Figueredo.