
La triplista cubana Leyanis Pérez debe andar feliz, con su demostración en el estadio Hayward Field, de Eugene, en Estados Unidos, donde acontece el XVIII Campeonato mundial de atletismo, hasta el próximo domingo.
Y tiene sobrados motivos para sentirse más que contenta, aunque -en un santiamén- haya visto escapar la medalla de bronce, la que estuvo a punto de colgarse, cuando se estiró hasta los 14.70 metros, en su segundo intento.
Leyanis volvía a superarse en la actual temporada al aire libre y lo conseguía en la principal competencia del año, dejando atrás su anterior marca personal (14.58), de hace solo dos meses.
La de esta tarde-noche, era apenas su primera competencia al más alto nivel, tal vez, por eso, no estaba en los planes de la veinteañera alcanzar el podio, pero lo arranó. Y se ubicó cuarta, igualando al saltador de longitud Maykel Massó, lo mejor de la Mayor de las Antillas hasta ahora.
Así Pérez se confirmaba como la más talentosa de las triplistas cubanas, al tiempo que relegaba a varias establecidas, como a la plateada de Tokio 2020, la portuguesa Patricia Mamona; la seis veces monarca nacional estadounidense, Keturah Orji; y a la bronceada mundial bajo techo, de hace cuatro meses, la jamaicana Kimberly Williams.
Como se esperaba, Yulimar Rojas dominó la competencia y sin dejar dudas. Desde hace algún tiempo, la estelar venezolana resulta inalcanzable para sus rivales y ahora no fue menos, porque las otras dos medallistas, la jamaicana Shanieka Ricketts (14.89) y la local Franklin Tori (14.72), nunca hicieron peligrar su reinado.
Rojas, además de revalidar la corona, con su brinco de 15.47 m pellizcó el récord para campeonato, que impuso la ucraniana Inessa Kravets (15.50), en Gotemburgo 1995.
Entretanto, Luis Enrique Zayas concluía sexto en la final del salto de altura y solo pudo llegar hasta los 2.27 m, un centímetro por debajo de lo conseguido en la clasificación; mientras, Mutaz Essa Barshim se erigía monarca.
El espigado catarí caminó sin fallos en sus seis saltos iniciales y con el título asegurado y los 2.37 m, como marca líder de la temporada, decidió tirarle al registro tope para estas justas (2.41), pero el intento sobre 2.42 m no fructificó.
Escoltaron a Barshim, el surcoreano Sanghyeok Woo (2.35) y el ucraniano Andriy Protsenko (2.33). A los 2.33 también había llegado el italiano Gianmarco Tamberi, que se despidió en cuarto lugar.
Durante la cuarta jornada del torneo, la discóbola cubana Yaimé Pérez (65.32) avanzó a la discusión de medallas, con su mejor lanzamiento de la presente campaña y el tercero entre las 12 clasificadas.
Sin embargo, su compañera Silinda Morales (58.73) quedó lejos de los 64.00 m que se pedían para acceder de manera directa y de la última asegurada, la francesa Melina Robert-Michon (61.21). Algo similar le sucedió a Shainer Reginfo en la ronda preliminar de los 200 m.