
Hay días de los que Alfredo Villalón Rodríguez, residente en Bayamo, no quisiera acordarse; días, como diría el poeta español César Vallejo, “como del odio de Dios, capaces de abrir zanjas oscuras en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte”. Son, precisamente, los días en que se retorcía del dolor causado por los cálculos en los riñones, luego, alojados en la vejiga, los que quisiera olvidar.
Para paliar la enfermedad -caracterizada por frecuentes y terribles dolores que lo llevaron a dormir en el piso, buscando posiciones más cómodas- acudió a brebajes, a plantas con propiedades curativas, como la uña de gato y la tan nombrada chancapiedra, con ninguno resolvió. Solo el consumo bajo prescripción médica del Citrato de potasio y ácido cítrico en solución oral, alivió el malestar.
BASES PARA UN MEDICAMENTO
Según refiere el Doctor y Máster en Ciencias José Florin Yrabien, coordinador del Grupo nacional para la Nefrología Pediátrica, en La Habana, el uso del citrato de sodio, al 12,5 por ciento preparado en los dispensarios fue utilizado durante años en Cuba para tratar varias enfermedades, como la hipercalciuria idiopática (una anomalía metabólica caracteriza por la excesiva eliminación de calcio por la orina) y la formación de cálculos renales, con alta incidencia en niños y adultos.
“Al comprobarse por el Minsap que no era ideal para tratar estos trastornos metabólicos, se decidió importar tabletas de citrato de potasio 1080 mg, cuyo nombre comercial es Acalka, un medicamento que para el infante tiene el inconveniente de que su presentación es de 10 mEq (miliequivalentes), una dosis alta para ser administrada en Pediatría y que no se puede picar, ni triturar”, expone el también Especialista en Segundo Grado en Pediatría y Nefrología.
SOÑAR LA VIDA
Dolencias como la de Villalón Rodríguez, replicadas por centenares de personas en la geografía granmense, se convirtieron en inspiración para el Máster en Ciencias, Degnis Lobaina Labrada, tecnólogo de tercer nivel de la Empresa Laboratorio Farmacéutico Líquidos Orales (Medilip), y la Máster en Ciencias Enriqueta Martínez Martínez, tecnólogo de tercer nivel y especialista principal de la Dirección de Gestión de la Calidad, para crear un producto farmacéutico que sirviera para tratar la litiasis renal.
CECMED otorga certificado de Registro Sanitario al producto Citrato de Potasio y Ácido Cítrico, solución oral;…
Publicado por Laboratorio Farmaceútico, Medilip en Viernes, 14 de agosto de 2020

El proyecto presentado por Medilip fue entregado a la Doctora Cristina Lara Bastanzuri, jefa del Departamento de Planificación y Análisis de Medicamentos y Reactivos del Ministerio de Salud Pública, y evaluado por especialistas del Instituto de Nefrología Abelardo Buch López y del Hospital Pediátrico Docente de Centro Habana, quienes dieron el visto bueno y solicitaron a BioCubaFarma el desarrollo de una formulación líquida de Citrato de Potasio y Ácido Cítrico, para la litiasis renal, que beneficiara a la población infantil y adulta.

En enero de 2018, comenzó la investigación del desarrollo de la solución oral y, una vez cumplidas las etapas del proyecto, el equipo de trabajo logró entregar el expediente del medicamento al Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed), en noviembre de 2019. En marzo de 2020, fue aprobado su registro sanitario.

Sobre el medicamento, expone el doctor Florin Yrabien: “Es un producto vital y de excelente calidad. Un logro a destacar por lo que representa desde el punto de vista económico, evitar la importación de un medicamento que se podía fabricar en nuestra industria, por supuesto con la calidad y la aprobación del Cecmed.
“Es significativo que adultos y niños puedan contar con un medicamento de producción nacional, con un costo asequible para los pacientes y que tiene un rol fundamental en el tratamiento, entre otras, de hipercalciuria y la litiasis renal, que es una de las causas de enfermedad renal crónica en Cuba.
“La cantidad de Citrato de Potasio 1080 mg en comprimidos que el país importa, anualmente, para enfrentar la litiasis renal no es suficiente, por lo cual se priorizan los casos más complejos previstos en la Resolución 232 del Minsap, destacó el ingeniero químico Degnis Lobaina Labrada, líder del proyecto.
“En noviembre 2021, se realizó la introducción industrial de tres lotes con una capacidad de dos mil litros de Citrato de potasio y ácido cítrico, solución oral, y a finales de año fue distribuido en todas las droguerías del país, con el objetivo de que llegue a los pacientes que requieran este tratamiento”, significó Lobaina Labrada.
LA HISTORIA DE VILLALÓN
Así en enero último, luego de varios años de lucha contra los llamados cálculos, Alfredo comenzó a tomar la novedosa solución oral y desde entonces los resultados son estupendos:
“He visto la mejoría. Antes orinaba un poquito y me trancaba. Aquello me daba un dolor y unos escalofríos terribles, como si tuviera fiebre”.
“Al cabo de dos meses y después de ingerir entre 10 a 15 frascos, empecé a sentir la ansiada mejoría, orino de forma normal y sin aquellas molestias que me llevaron a estar dos veces ingresado y a punto de operar. Por ahí tengo unas cuantas piedras que he botado, como ocho”, dice en tono jocoso Villalón Rodríguez.

Los beneficios experimentados por Villalón pudieran ser los de tantos otros pacientes que consuman este medicamento, pero el camino hacia los estudios de eficacia y seguridad tienen sus características.
“Los medicamentos genéricos, a diferencia de las vacunas, realizan sus ensayos clínicos en la fase IV, luego de la comercialización del producto, una vez aprobado por el Cecmed, y se contacta a nefrólogos y urólogos de los centros hospitalarios de la provincia y el país para comprobar su calidad, eficacia y seguridad mediante los estudios efectuados en pacientes, explicó Lobaina Labrada.
“Hasta el momento, la formulación oral de Citrato de potasio y ácido cítrico ha tenido un impacto positivo, no obstante, hay que esperar un tiempo para evaluar su eficacia, pero no dudo que tendremos buenos resultados por la seriedad y los controles de calidad que realizan nuestros laboratorios”, manifestó el también investigador auxiliar Doctor Florín Yrabien.