Llega a un hogar, saluda, pregunta si puede pasar y la invitan a entrar como de costumbre. Saben que Victoria hace galas de su nombre y quienes le acompañan en sus tareas consigue el resultado esperado.

Para ella siempre las puertas están abiertas y eso le permite realizar consejerías, capacitaciones y acciones de prevención en la comunidad granmense de Babiney donde reside.

“Aquí en Cauto Cristo hay mucho trabajo por hacer, pero es un privilegio servir como federada activa en mi barrio y con responsabilidades desde el año mil 988.

“Hemos sorteado obstáculos disímiles, pero somos resilientes, el secreto es proseguir a la meta, en cualquier condición. Yo me he propuesto fortalecer los logros en mi familia y con los vecinos”

“Mi vida ha transcurrido con un activismo que desarrollo porque amo trabajar con la gente. Lo hago convencida de los aportes a la Revolución”, asegura Guerra Soberón, quien se desempaña laboralmente como cuidadora de niños en la Casa de juegos ubicada en su localidad.

“Es de mucha consagración la vida de una dirigente de base. Mi reconocimiento para ellas que hacen posible el mejoramiento de indicadores

sociopolíticos en diversas esferas”, reconoce la entrevistada, luego de acumular varias décadas con éxitos en su agenda personal y pública.

“Nosotras tenemos un programa a desarrollar, con impactos en la calidad de vida de nuestras mujeres y de sus familias. Ahora estamos involucradas en la iniciativa Casa a casa, que nos permite avanzar en la prevención y enfrentamiento al Dengue, un tema complejo en el municipio y a nivel de país”, explica.

Victoria posee una vasta trayectoria en su demarcación y forma parte del Grupo de Trabajo Comunitario. El liderazgo ejercido con dedicación y respeto le han hecho merecedora de reconocimiento en el territorio cautocristense.

Ella es de esas mujeres capaces, en constante superación, agraciada en la forma de alcanzar sus propósitos con el uso de la empatía como elemento necesario al tratar con las personas. Así lo comenta:

“Para obtener los resultados esperados en cada acción popular asumida, precisamos ser corteses, prudentes y aprovechar las oportunidades de los

horarios y asequibilidad para que nos funcione el mensaje que llevamos, eso básicamente puede determinar en la calidad de nuestro trabajo.

“Nos corresponde apoyar a esas jóvenes generaciones y enseñarles cómo desafiar las circunstancias difíciles, porque ahí está la oportunidad de crecer”, aseguró.

La cautocristense domina las características de las delegaciones y bloques, así como de las debilidades y fortalezas del barrio. Por eso dirige las acciones en consecuencia con las necesidades.

“Hemos apoyado procesos en conjunto con los Comités de Defensa de la Revolución, Salud Pública y otras instituciones. La responsabilidad vale mucho para que confíen en nosotras”, concluyó.

Victoria generalmente recorre las calles en busca de respuestas para las preocupaciones de las federadas. En su área, sobrecumplen los  indicadores medibles de la organización.

La cautocristense integra ese equipo de mujeres de Revolución dedicadas a construir, perfeccionar y conquistar cada reto desde este territorio, vanguardia provincial y destacado a nivel nacional en la emulación por el 23 de agosto.

En muchas casas, donde llega Victoria, la despedida se acompaña de un café caliente, símbolo de tradición y energía para continuar el trabajo. Sus conquistas llevan el empeño de no rendirse ni claudicar en los principios.