¿Qué ha pasado con la venta de divisas en las dos primeras jornadas?

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Por Granma | 25 agosto, 2022 |
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Sentada en un portal de la acera de en frente, donde ha tenido que resguardarse del sol implacable de agosto, María Aguilar asegura que tiene el uno en la cola… pero de mañana. Por eso apenas aparta la vista de la casa de cambio (Cadeca) de la ciudad de Pinar del Río, donde, a paso lento, fluye la fila de quienes lograron un ticket para hoy.

María hace dos días que intenta acceder a la oficina, en la que desde el martes pasado se inició la venta de divisas a la población, como parte de la implementación del mercado cambiario. Sin embargo, en las dos primeras jornadas no tuvo suerte.

«Vinimos ayer y no cogimos turno. Nos quedamos, y hoy tampoco alcanzamos. Es que lo que ha venido de gente es mucho», dice.

Son las 11:00 a.m. y ya sabe que hoy no podrá comprar, pero no se mueve de este portal de la calle Gerardo Medina. «Me tengo que quedar porque para mañana soy la primera, y si me voy, pierdo la cola», explica.

A su alrededor, continuamente hay personas que indagan quién es el último para la Cadeca, marcan, preguntan cuánta gente tendrán delante y cuántos turnos dan.

Así aseguran que se ha mantenido el panorama, desde que este lunes fuera anunciada la nueva medida en el programa Mesa Redonda.

«LA AFLUENCIA HA SIDO DESCOMUNAL»

En el interior de la Cadeca de la capital pinareña, donde radica también la oficina matriz de esta entidad financiera en Vueltabajo, Luis Martínez Parra, director provincial, reconoce que la afluencia de público en este primer momento, «ha sido descomunal».

Con el objetivo de poner orden, afirma que él, personalmente, antes de iniciar el servicio le ha explicado al público la cifra de efectivo con que se cuenta para la jornada, los detalles de las operaciones, y ha repartido los tickets de los clientes que se atenderán.

Hasta el momento, han sido 50 por día (en la otra Cadeca habilitada, en el municipio de Viñales, se han atendido otros 30), a cuya disposición se han puesto unos 5 000 USD o su equivalente en otras monedas.

Esa ha sido la cifra establecida, teniendo en cuenta la divisa que se ha estado captando desde el pasado 4 de agosto, cuando el Estado inició la compra con una nueva tasa de cambio.

«Como explicó el Ministro de Economía en la Mesa Redonda, la fuente de financiamiento de esta actividad son las operaciones de compra de divisas que se realizan en toda la red de oficinas», señala Martínez Parra, y advierte que para que las cantidades que se colocan a la venta puedan incrementarse, es preciso aumentar las compras también.

No obstante, reconoce que al menos en estas primeras jornadas no ha habido un equilibrio entre el número de clientes interesados en vender y los que aspiran a comprar, y que ha sido muy superior la demanda de este último servicio.

«De forma general, considero que este nuevo proceso va marchando de manera tranquila, aunque ha sido muy alta la concurrencia de la población».

LA DEMANDA HA SUPERADO LA OFERTA

De un extremo al otro del país, es esta una realidad que se repite. En Granma, por ejemplo, cientos de personas interesadas en adquirir monedas convertibles de forma segura, también han acudido a las dos sucursales que fueron seleccionadas para brindar ese servicio, en los municipios de Manzanillo y Bayamo.

Julio Tejeda Solano, director provincial de Cadeca, expresó a este diario que en ambos territorios las primeras jornadas han transcurrido con muy buena afluencia de clientes, cuya demanda, tal y como se esperaba, ha superado la oferta.

«En nuestra provincia se comenzó la compra de monedas libremente convertibles el pasado 4 de agosto, y desde ese momento fuimos creando una reserva monetaria con la que iniciamos la venta limitada de divisas a la población», apuntó el directivo, quien reconoció que entre los principales desafíos de la nueva medida se encuentra el hecho de no poder tener una correspondencia equilibrada entre la disponibilidad de divisas en caja y la cantidad de usuarios que acuden en un día a la sucursal.

«Estamos ante un proceso complejo, porque la divisa que nos está entrando no es suficiente para disponer de grandes cantidades que suplan la demanda de la población, razón por la cual todos los días, antes de comenzar las operaciones, les informamos a los clientes las monedas que tenemos en existencia y cuántas personas, tentativamente, podremos atender», añadió.

Para ejemplificarlo, Tejeda Solano detalló que el primer día de venta en la sucursal de Manzanillo solo 30 personas pudieron adquirir divisas, mientras que en Bayamo fueron 50, al tiempo que comentó que todos los clientes han adquirido la cifra máxima permitida por persona de cien dólares estadounidenses (USD) o su equivalente en otra moneda.

El Director provincial de Cadeca afirmó que se trabaja con transparencia y rigor para evitar las ilegalidades que pueden derivarse de las ventas, lo mismo dentro que fuera de las sucursales.

«Sabemos que es un servicio muy demandado y proclive a acciones ilícitas, por lo que contamos con el apoyo del Partido, el Gobierno y la Policía, para que la venta sea organizada y en correspondencia con la cantidad de dinero existente en caja».

CADECA FUERA DE BASE

Pero las largas colas y la demora no solo han estado asociadas a la disponibilidad de efectivo en las arcas de Cadeca.

En La Habana, por ejemplo, la falta de personal para realizar las distintas operaciones también ha limitado el servicio a la población.

Yusleidy Hernández Santana, directora de la sucursal de 23 y J, en el municipio de Plaza de la Revolución, reconoce que este es un problema relacionado con la reducción de personal durante la pandemia y la disminución de los servicios que ofrecía Cadeca, tras el proceso de ordenamiento monetario.

«Ahora mismo estamos trabajando con solo dos cajas», precisa.

En la oficina de la calle Belascoaín, en el municipio de Centro Habana, la situación es aún más compleja, pues solo cuentan con una caja para atender a una población que acude también por otras cuestiones, como el cobro de los jubilados o para realizar extracciones de dinero de las tarjetas magnéticas.

Harold Cuesta Martiatu, director de la sucursal, tiene una explicación similar a la recibida por Granma en 23 y J:«Con la desaparición del CUC, que era la principal operación, los niveles de ingreso bajaron y tuvimos que prescindir de varios trabajadores».

Ante este nuevo auge de la actividad en Cadeca, el funcionario señala que su sucursal tiene capacidad para cinco cajas, y que en la actualidad se hacen gestiones para la capacitación de nuevos cajeros.

¿CÓMO HA IMPACTADO LA MEDIDA?

Aunque, sin duda, la nueva medida constituye un paso de avance en el proceso de recuperación de la economía cubana, su implementación ha generado un debate entre los cubanos en torno a sus beneficios y limitaciones, en medio del complejo escenario que enfrenta el país.

Así lo constató Granma este miércoles en la sucursal de Cadeca de Las Novedades, en Bayamo, donde varias personas esperaban desde la noche anterior la posibilidad de comprar divisas.

Aleida Martínez, una bayamesa de 58 años de edad, quien se encontraba allí con otros dos familiares, comentó que aun cuando la medida tiene un impacto muy positivo, al brindarle a la población la posibilidad de adquirir divisas de forma segura, y a un precio inferior al impuesto por el mercado informal, su alcance es todavía muy limitado.

«Para quienes necesitamos comprar artículos electrodomésticos en las tiendas en MLC, como un televisor o una nevera, resulta complicado tener que hacer más de una cola, durante días, o traer a varios familiares para poder acceder a la cantidad de dinero necesaria», advirtió.

Lo mismo sucede con quienes tienen la intención de utilizar ese dinero para viajar fuera del país, pues afirman que con 100 USD no les alcanza ni siquiera para el boleto de avión.

Lo más inquietante, sin embargo, es que ante una oferta insuficiente, que a simple vista se ve muy lejos de satisfacer la demanda, la nueva medida termine beneficiando a coleros, acaparadores y especuladores, que hagan de la reventa de turnos en Cadeca o de las divisas adquiridas en ella, un lucrativo negocio que termine perjudicando a la mayoría de la población.

Al respecto, Daniel Herrera Blanco, un pinareño que no oculta su preocupación, señala que «el dólar, que hace apenas un mes tenía un precio de entre 110 y 115 pesos, subió a 140 como contraofensiva del mercado informal a la medida del país».

En ese precio, precisamente, se mantenían al cierre de esta edición en los sitios de venta de internet.

No obstante, Elena Benítez, una bayamesa que en la mañana de este miércoles accedía a dar su opinión al equipo de Granma, considera que cuando demuestre que puede ser sostenible en el tiempo, la medida ayudará a ponerle frenos al incremento abusivo y sin control de las divisas en el mercado informal, y «aunque se deben limar muchos detalles, la posibilidad de comprárselas al Estado es de por sí un buen primer paso».

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