Cero brechas

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Por Roberto Mesa Matos | 28 agosto, 2022 |
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FOTO  Frank Hadley Collins, Dir., Cntr. for Global Health and Infectious Diseases, Univ. of Notre Dame

Nadie, absolutamente nadie, podrá rebatir que los dos últimos años para los cubanos han sido una prueba a la responsabilidad social, las buenas conductas y prácticas, además, el valor de defender la vida como tesoro más preciado.

Primero fue la Covid-19, que nos dejó el doloroso saldo de familiares, amigos o vecinos que fallecieron; pero la enfermedad supuso la voluntad de enfrentarla con la determinación de vencerla a toda costa.

La estrategia que, se diseñó y puso en práctica durante los momentos más complejos en los que el nuevo coronavirus asomó su nefasta corona, dejó decenas de experiencias, y volvió a señalar a la unidad de todos como elemento esencial para triunfar ante cualquier prueba de la naturaleza.

El actual calendario lluvioso marca, otra vez, otro riesgo, si bien un tin menor, no menos preocupante por, dicho en buen cubano, “en un abrir y cerrar de ojos” la realidad puede transformar todo: la lucha antivectorial.

Bien lo sabe la doctora Graciela Román Santiesteban, directora del Centro municipal de Higiene, Epidemiología y Microbiología en Manzanillo, para quien descanso “suena” como una palabra muy lejana.

La especialista apunta que en el actual ciclo de agosto, “el panorama mejora con respecto al anterior, pero para nada puede ser triunfalista”.

En ese sentido se refiere al fortalecimiento de las acciones de lucha antivectorial en un grupo de “manzanas” consideradas como de alto riesgo, y en las que la fumigación y el trabajo de los técnicos y especialistas lleva el adjetivo de intensivo por la repercusión directa en la salud del pueblo.

Hoy, en la costera localidad las mayores complejidades en el control de las arbovirosis se localizan en las áreas uno, dos, tres y seis. Y aquí se encienden las alarmas porque son, precisamente, las que abarcan el centro social de la urbe.

Román Santiesteban señala que “este es quehacer mancomunado que requiere de que cada uno de nosotros asuma la trascendencia de ejecutarlo de manera efectiva”.

Y son esas palabras las más importantes, porque, en medio de tantas complejidades, el Estado cubano hace un esfuerzo constante y permanente por garantizar medios y recursos para la fumigación (aquí se cumple con la intensiva), por lo que nada puede caer en “saco roto” y soslayar este detalle.

Ah, pero todo lo escrito hasta aquí no tiene efectividad sin el aporte y el apoyo de cada uno de los miembros de las familias manzanilleras. Aquí otra “rayita” roja pues en la llamada célula fundamental de la sociedad no practican  bien las acciones encomendadas.

Preocupa, y mucho, la mala realización de los autofocales familiares y muestra palpable son los criaderos del mosquito Aedes aegypti en recipientes mal tapados y patios con desechos que son hospederos para el indeseable vector.

También es necesario estrechar más el desempeño de entidades, organismos y organizaciones con incidencia directa en la misión de cuidar la salud de las personas. Los ejemplos más recurrentes son Acueducto, por el número de salideros de agua, y Comunales con los atrasos en la recogida de la basura.

Las notificaciones y sus cuantías pueden ser aleccionadoras para los infractores, tanto naturales como jurídicos, pero por encima de ello está lo más trascendente: la vida de las personas. Eso hay que cuidarlo dejándole cero brechas al mosquito.

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