#PeriódicoLaDemajagua45: Aún quedan historias por contar

Share Button
Por Cheila Aguilera Riquene (Estudiante de Periodismo) | 10 octubre, 2022 |
0
FOTO/ Agencia Cubana de Noticias

Cuando llegué a su casa lo primero que observé fue el estante repleto de libros, desde ahí pude deducir cuánto amaba las letras y la historia este apasionado del periodismo, que lleva por nombre Martin Aurelio Corona Jerez.

Al interrogarlo sobre cómo llega al periodismo, explicó que desde sus inicios como estudiante, en los primeros años del triunfo revolucionario, siempre se interesó por las letras, aunque tenía buenas calificaciones en el resto de las materias. Entonces le llamaba la atención la política, pero no pudo acceder a ninguna carrera relacionada con este ámbito.

“También me seducía la historia, pero pensé que la vida de un historiador podría ser demasiado lenta o quizás aburrida, porque imaginé que era estar enclaustrado en una biblioteca o en un museo, luego la vida me demostró que no era como pensaba.

“No obstante, agradezco al destino por haber estudiado periodismo, porque al final me convencí que era la profesión en la que me sentiría realizado.

UNA ESCUELA PARA LA VIDA

Al conversar con este experimentado profesional de la palabra, nos develó que para él es un motivo de orgullo y de alegría haber participado en el nacimiento del periódico La Demajagua, porque además de ser su primer centro de trabajo, ha sido su verdadera escuela.

“Recuerdo que comencé a trabajar el 15 de septiembre de 1976. Como era uno de los pocos licenciados, en cuanto llego a este medio de difusión masiva comienzan a asignarme cargos, pero no por ello me alejé de la labor reporteril.

“Cuando comencé a dar mis primeros pasos en el periodismo me convencí que en las universidades no se aprende todo, porque al final los conocimientos se consolidan en la práctica y uno tiene que vincular lo que aprendió en las aulas, con lo que te enseña el diarismo.

“Lo aprendido al inicio en el periódico, jamás imaginé cuán útil me sería en mis sucesivos desempeños en la radio, la televisión y la Agencia Cubana de Noticias.

“Con los años me convencí que la prensa escrita era mi fuerte y lo que más me gustaba. Porque sin menospreciar los otros medios que también tiene sus peculiaridades y atractivos, considero que profesionalmente te reta y exige más, porque tu mayor apoyo descansa en la palabra, e inevitablemente es un desafío relatar o describir escenas y características de los entrevistados, que resultan más fáciles, por ejemplo, con la imagen.

“En el formato impreso los lectores generalmente no saben cómo es un entrevistado, de qué forma se mueve, cual es su tono de voz, qué tamaño tiene, y eso hay que decírselo, lo cual constituye un gran reto.

“La radio y la televisión me ayudaron también con la síntesis y la rapidez, porque necesariamente tienen que ser más inmediatos.

“Uno de los recursos que explota la radio es la imaginación, los oyentes fantasean un poco con la voz, y nuestra labor en ese medio debe contribuir a ello. Entonces no puedes usar palabras tontas, hablar más que el entrevistado, ni demostrar que eres el que todo lo sabe, porque no somos los protagonistas.

“En el caso de la televisión me quedé insatisfecho, porque me dejó el deseo de mostrar a Granma, pues hay una cantidad de imágenes, paisajes, historias y personajes que si los reflejamos, nos pueden enriquecer cualquier producto audiovisual.

“En cualquier lugar, en cualquier ciudad, en cualquier pueblo, en cualquier montaña, hay muchas historias que contar. Quedé retado a revelar las bellezas y peculiaridades de nuestra provincia a través del lente, y es una deuda que siento que no cumplí”.

DESAFÍOS DEL PERIODISMO ACTUAL

Sobre los desafíos del periodismo actual, refirió que una vez escuchó a una persona decir que el socialismo no creó el periodismo que le corresponde, ni el modelo ajustado a sus necesidades: “Nuestra profesión es uno de los instrumentos de la lucha de clases, y en el socialismo tiene tareas muy marcadas en cuanto a la educación, que a veces nosotros lo decimos teóricamente, pero en la realidad se olvida y a veces nos dedicamos a replicar los ataques del enemigo, y obviamos nuestra esencia y razón de ser.

“Soy partidario de que la sociedad socialista debe ser todo un sistema educativo integrado, del cual forman parte los medios de difusión y los ministerios de educación con todas sus áreas docentes, pero también las organizaciones de masas, políticas, etc. Es decir, la misión es de todos y debemos funcionar integral y armónicamente”.

Aunque ya está jubilado confiesa que todavía lee y analiza el periódico como si estuviera en pleno ejercicio: “Yo leo todo lo que me gusta y parece interesante, pero a a veces trato de profundizar en los trabajos que llaman mi atención, basado en la premisa de que debo estar actualizado, en el caso de La Demajagua, con todo lo que acontece en Granma.

“Me considero un fiel oyente, televidente y lector de prensa escrita, y aunque en ocasiones me percato de errores o pienso diferente, considero una necesidad estar informado para poder escribir algunas notas que a veces hago, y para tener argumentos para luego opinar.

“Inevitablemente sigo pensando como periodista, por eso cuando voy a la bodega, a la cola del mercado y a otros espacios donde hay varias personas, no puedo evitar juzgar sus comentarios desde la óptica periodística”.

Con respecto a las sugerencias que le haría a las nuevas generaciones de periodistas, expresó: “Considero que es primordial que se quieran a ustedes mismos y a la  profesión para que puedan sentir placer al ejercerla.  Respétense a ustedes y al público al que dirigen sus mensajes.

“Sean felices y traten de hacer su trabajo bien para que no tengan resentimientos, pues como aprendí de Martí: “Yo al único tribunal al que siempre le rindo cuenta es a mi conciencia”.

“Es cierto que he cometido errores, creo que más de la cuenta, pero las equivocaciones forman parte de la vida, con la cual -a pesar de todo- estoy agradecido por haberme premiado con la profesión de periodista”.

Con una gran cantidad de premios entre los que destacan el premio por la obra de la vida Rubén Castillo Ramos, el más importante otorgado por la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) en Granma, junto a la medalla aniversario 50 de la UPEC, la distinción Félix Elmuza, el premio provincial de historia José Maceo Verdecia y el nacional Pablo de la Torriente Brau. Martín Corona, es un eterno insatisfecho con lo que ha hecho en su profesión, porque reconoce que al periodismo aún le quedan historias por contar.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *