Este fue un jueves de justicia mundial: reemergió vibrante en voz cubana la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos a Cuba.
Nuestra posición recibió 185 votos de apoyo durante la trigésima votación ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, con solo dos países en contra, Israel y Estados Unidos, y dos abstenciones: Bolsonaro y ¡Ucrania!
Repensemos: el monto económico del cerco cuesta a Cuba la enormidad de 150 mil 410,8 millones de dólares con gran impacto en sectores vitales y personas con necesidades especiales, sin contar los desgastes a la economía y la vida en general.
Nuestro justo llamamiento, desde hace tres décadas siempre sale adelante con mayorías abrumadoras, compruébenlo quienes niegan ese lazo corredizo.
Si nos atenemos a la historia es oportuno señalar que, en 2016, durante la administración Obama, EE.UU. llegó a abstenerse y permitir que el documento fuera adoptado sin oposición.
Pero en eso llegó el lobo Donald Trump y trajo entre sus fauces nuevamente el “no” y hasta ahora se ha mantenido de la mano de su sucesor Pepito Biden.
No nos engañemos: el bloqueo es deliberada guerra económica y “tiene un efecto similar al de una pandemia permanente, de un huracán constante”, como denunció el canciller cubano Bruno Rodríguez.
Mire si no: en 2019, Trump endureció las sanciones, crueldad inédita, “para provocar intencionalmente el mayor daño posible a las familias cubanas”.
“No atribuimos al bloqueo todas las dificultades que enfrenta hoy nuestro país, pero faltaría a la verdad quien niegue sus gravísimos efectos y no reconozca que es la causa principal de las privaciones, carencias y sufrimientos de las familias cubanas”, insistió Bruno.
El canciller cubano conminó a Biden a impulsar verdaderos cambios.
Cuba, dijo, está dispuesta a “avanzar hacia un mejor entendimiento” con EE.UU. y “a desarrollar relaciones civilizadas y de cooperación, sobre la base del respeto mutuo y sin menoscabo a nuestra soberanía”.
La delegación estadounidense, al explicar su voto negativo esbozó en un tímido balbuceo los pretextos de siempre.
Como es habitual, Cuba recibió mensajes de solidaridad por parte de decenas de naciones, con marcada crítica a la injusticia e ilegalidad del embargo, numerosos países exigieron que la Isla sea retirada de la lista estadounidense de Estados patrocinadores del terrorismo, pero Washington está “revisando” la cuestión y ¡como demora!
Rodríguez denunció que el bloqueo está elevando exponencialmente el llamado riesgo país y obliga a pagar precios mucho más caros por cualquier mercancía importada.
Por ello, pidió a Biden que corrija la acción de Trump, pues “sería lo moralmente correcto y apegado al derecho”.