
A propósito del XXX aniversario de su reencuentro con Raúl y otros revolucionarios, después de la dispersión de Alegría de Pío, el Comandante en Jefe, Fidel Castro, realizó, en 1986, un amplio y provechoso recorrido por la provincia de Granma.
A las 11,30 de la mañana del18 de diciembre de 1986 había arribado al aeropuerto internacional de Manzanillo donde fue recibido por Roberto Damián Alfonso González, primer secretario del Partido en el territorio e integrante del Comité Central, y por Pedro García Lupiáñez, presidente de la Asamblea provincial del Poder Popular.
Al descender del avión AN-26, Fidel saludó a un grupo de pioneritos perfectamente uniformados, a miembros del Comité provincial del Partido, y a dirigentes de diversas organizaciones.
Después de las 12:45 de la tarde, el Líder de la Revolución llegó a la sede de la Facultad de Ciencias Médicas, en la ciudad del Golfo de Guacanayabo, donde fue recibido con aplausos, consignas y vivas al victorioso proceso.
El jefe de la Revolución dialogó con el doctor Efraín Benítez Popa, quien le respondió diversas preguntas acerca de la obra en ejecución, instalaciones con que debía contar y condiciones de vida de los estudiantes.
Después de recorrer la planta baja de la edificación, Fidel solicitó reunirse con el alumnado, para conocer de sus inquietudes, por lo cual educandos, educadores y directivos colmaron la escalinata de entrada al lugar.
Daniel Rodríguez Verdecia, entonces primer secretario del Partido en Manzanillo, dijo a todos, con lo mayor fuerza de su voz: ¡Silencio, que les va a hablar el Comandante en Jefe!
El presidente de los Consejos de Estado y de Ministros dialogó varios minutos acerca de la terminación de la obra, de la necesidad de libros de texto, acerca del programa del Médico de la Familia, sobre las instalaciones deportivas que requieren los estudiantes y de las especialidades que escogerían.
Fidel exhortó a los estudiantes a preparase bien y a ser buenos médicos para seguir las tradiciones de otros cubanos que a lo largo de nuestra historia escogieron esa carrera.
Criticó severamente el fraude académico y, más aún, en los que estudian carreras de Ciencias médicas, por lo que tiene que ver con la salud y la vida de los seres humanos.
Recalcó que deben consagrarse a ellas por entero, y recordó que nuestros médicos cuentan con prestigio nacional e internacional.
Creo -dijo- que las Facultades de Ciencias Médicas están entre las mejores del país, aunque haya algún atrasado político, o atrasado mental que pretenda sacar las notas copiando.
‘’Por mucha que sea la ansiedad de sacar un examen, es inmoral que un estudiante de medicina cometa fraude; entre los que más estudian están los de Medicina, por lo que oigo, no es todavía suficiente.
‘’En realidad el que escogió esta responsabilidad debe consagrarse al estudio. Ustedes tendrán el privilegio de disfrutar un país con enorme cantidad de médicos.
Señaló que la Facultad de Ciencias Médicas de Manzanillo representaba un cambio enorme, algo increíble.
‘’Es una cosa realmente extraordinaria -completó-excepcional. Una verdadera proeza, y los estudiantes de Medicina deben estar a la altura de esa cosa extraordinaria, de esa proeza, tratando hoy de convertirla en una de las mejores del país. Eso hay que lograrlo con la constancia en el estudio’’.
Puso de relieve cómo el imperialismo intentó dejarnos sin médicos al triunfar la Revolución y ahora tenemos varios miles más, con alta preparación.
Al despedirse, dijo sentirse feliz por el encuentro con los estudiantes, pero que no estaba satisfecho con el avance del programa constructivo de la obra.
Reanudado el recorrido, fue cálidamente recibido en Campechuela, donde centenares de vecinos, al saber de su traslado a Cinco Palmas, salieron, espontáneamente, a la vía. Niños, jóvenes y adultos, con multicolores banderas y pañoletas, entonaron canciones revolucionarias.
Junto a Damián Alfonso y al primer secretario del Partido en el municipio, Juan Manuel González, el Comandante en Jefe visitó el taller textil de la localidad.
Elogió el breve tiempo en que fue habilitada la instalación y el nivel cultural de las mujeres con quienes conversó. El taller campechuelero fue concebido para garantizar empleo a un número alto de mujeres de la zona y para situar en el mercado artículos de tela.
Inmediatamente, al conocerse de la visita del Líder, centenares de personas que lo habían esperado en la inmediaciones de la vía, se concentraron frente al taller para verlo y aclamarlo nuevamente.
Al continuar la marcha hacia Cinco Palmas, similares escenas de cariño hacia Fidel se repetían en Ceiba Hueca, San Ramón y otros caseríos.
En la cabecera municipal de Media Luna dejó inaugurados un policlínico, un círculo infantil y el Palacio de Pioneros Juan Vitalio Acuña. En esta última instalación, la pionera Magali Aguilar le trasmitió un saludo en nombre de todos sus compañeritos.
En el discurso pronunciado en la inauguración, el Comandante en Jefe subrayó:
‘’No vayan a pensar que voy a pronunciar un discurso largo. Unas breves palabras para saludarlos, para expresarles la satisfacción de inaugurar este hermoso palacio de pioneros, y darles las gracias por el caluroso recibimiento que hemos presenciado en la tarde de hoy.
‘’Yo mismo estaba un poco asombrado y le preguntaba a Damián… digo: ¿oye, de dónde ha salido tanta gente hoy?”
Resaltó que la población de Media Luna, con unos 35 mil habitantes, había crecido mucho con relación a los días de la lucha en la Sierra Maestra, y añadió, en broma:
-Si siguen así, van a alcanzar a La Habana.
Dijo que la inauguración del círculo infantil y del policlínico muestra cómo trabaja el pueblo, como resuelve sus necesidades.
“Los veo a ustedes alegres, entusiastas. Se respira aquí un espíritu revolucionario”, señaló el máximo guía de la Revolución.
Y agregó: ‘’Nuestro problema principal es que a las cuatro menos diez de la tarde debemos estar en Cinco Palmas. Creo que eso está a 28 kilómetros de aquí y no se si llegaremos a tiempo, por mucho que corramos’’.
Fue en ese lugar donde comentó con la prensa la necesidad de agilizar la marcha para participar, al regreso, en una actividad en la Casa Museo Celia Sánchez, sugerida por la dirección del municipio.
– Es verdad, no podemos venir a este histórico lugar y no visitar donde naciera Celia, resaltó.
En todo el trayecto hasta el sitio del Reencuentro, miles de personas lo saludaron. La actividad cultural Cantata a Cinco Palmas, por el XXX aniversario, fue conmovedora. Participaron artistas del Conjunto de Espectáculos de las FAR, aficionados de las MTT, pioneros de Media Luna y la Escuela Camilo Cienfuegos de Holguín; los actores Rolando Brito y Beatriz Valdés, con la dirección artística de Rogelio París.
Al finalizar la velada artística, Fidel y Raúl se fundieron en un fuerte abrazo y levantando ambos sus brazos, Raúl dijo con la fortaleza de su voz:
-¡Qué viva Fidel!
Estuvieron presentes los Comandantes de la Revolución Ramiro Valdés y Guillermo García; el ministro de Cultura, Armando Hart, y la presidenta de la FMC, Vilma Espín, junto a expedicionarios del yate Granma relacionados con el hecho conmemorado.
Allí, varios de los integrantes de la presidencia del acto dialogaron con la prensa provincial y nacional acerca del hecho histórico conmemorado.
Casi al caer la noche, Fidel regresó a Media Luna. Esta vez llega a través de la Avenida que corta el poblado en dos. Como había sido un acto organizado en poco tiempo, desde lo alto del aledaño cabaret Plenilunio, un joven repetía por los altoparlantes: “¡Todos con Fidel, frente a la Casa Museo!’’
Miles de personas lo aguardaban, coreando consignas y dándole vivas a la Revolución. Recorrió la instalación cultural, donde se interesó por documentos, objetos y fotos relacionados con la heroína. Al terminar, firmó el libro de visitantes.
Al salir al portal de la edificación, la multitud le pedía incesantemente que le dirigiera la palabra. Tomó, entonces, un micrófono, intentó hablar, pero no se escuchaba.
– Esto no se oye, dijo. Entonces, dirigiéndose al joven que desde lo alto del cabaret se veía con otro micrófono le dijo:
– Ese sí se oye, pero… ¿el cable llegará hasta aquí? -el muchacho respondió afirmativamente y tomando Fidel el micrófono, expresó, jocosamente:
– Uno, dos, tres… ¡ahora si!. -Se sonrió, y con él, todos los presentes.
Estoy seguro -enfatizó al iniciar sus palabras- de que muchos de los que aquí están presentes no habían nacido todavía aquel 18 de diciembre de 1956, cuando en un arranque de entusiasmo yo grité ¡Ahora sí ganamos la guerra!
Dijo que con esa expresión se puede apreciar la confianza en el pueblo, los campesinos, los trabajadores, en Manzanillo y en otros pueblos que hoy constituyen la provincia de Granma.
‘’Por ahí vi el periódico (La Demajagua), y publicaba las veces que yo había estado en la provincia de Granma; eran bastante, pero dije: déjame ver: el año 56, el año del desembarco; pero no sólo vine de visita a la provincia Granma, sino que viví dos años en esta provincia Granma (…) ‘’Por lo cual yo creo que adquirí el derecho de considerarme también granmense’’.
Fidel destacó más adelante lo que representa contar con una Facultad de Medicina como la de Manzanillo, donde estudian más de mil estudiantes, y recordó el período antes del triunfo revolucionario, cuando morían los niños sin asistencia médica y para que hubiera atención debía dejarse la célula electoral.
El primer secretario del Partido enfatizó en la importancia histórica de Media Luna y del museo que ha sido instalado en la casa de una de las más grandes heroínas de la Revolución.
Puntualizó que se habían hecho muchas cosas en 30 años, pero que aún quedaba por hacer. Y preguntó: “¿Quiénes son los que tienen que llevar adelante esta tarea?”, y le respondieron: “¡Nosotros!”.
“El pueblo, los trabajadores y principalmente las nuevas generaciones”, subrayó Fidel.
“Por último-dijo- quiero expresar un sentimiento íntimo y el mismo optimismo de hace 30 años, el sentimiento de que ahora, juntas la vieja y las nuevas generaciones, emprenderán un largo camino. Y puedo decir, como hace 30 años: ¡Esta guerra la ganaremos!