Jade y las enseñanzas de Cuba

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Por Osviel Castro Medel | 17 diciembre, 2022 |
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Jade (agachada al centro) será la única estudiante extranjera que representará a Granma en el X Congreso de la FEU. FOTO/Tomada de Facebook

Llegó a Cuba cuando tenía 19 años. Hoy sonríe al evocar muchas escenas de aquel viaje, el trabajo que pasó para aprender a hablar tan bien el español, las enseñanzas recibidas en la calle o la escuela.

Es Jade Soemodihardjo, nacida en Surinam el 16 de agosto de 1998 y quien será doctora dentro de tres años, gracias al proyecto de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM).

Hoy se desempeña como secretaria del Consejo de Naciones en la Facultad de Ciencias Médicas de Manzanillo y será la única estudiante extranjera que representará a nuestra provincia en el X Congreso de la Federación Estudiantil Universitaria, previsto del 17 al 20 de diciembre en la capital cubana.

Sus palabras antes de esa cita estremecen a cualquiera: “Estamos muy agradecidos por haber recibido una formación para ser profesionales de la salud de ciencia y conciencia. La gente de Cuba es muy amable, muy hospitalaria, te invitan a la casa al momento que te conocen. Cuba te enseña a ser agradecido siempre, aún en lo más pequeño.”

Para Jade este país ha creado un segundo hogar porque además de facilitarle una carrera “nos dio una familia”. Ella dice que al principio fue algo difícil adaptarse a la comida, el idioma y la manera de enseñar. Pero reconoce que “siempre han tenido paciencia para enseñarnos”.

Y agrega que de la Mayor de las Antillas se lleva otras lecciones.  “La medicina de aquí nos enseña a improvisar y ser creativos, a tener la mente abierta y siempre buscar opciones para salvar una vida. Nos enseñaron a tener el ojo clínico. Ahora sabemos que las enfermedades empiezan desde el estilo de vida de la persona y su alrededor, el medio ambiente, las relaciones que tiene con amistades, familia, compañeros de clase o trabajo”.

Haber sostenido constante comunicación con la familia, vía internet, ha ayudado a contener lágrimas por la nostalgia.

También ha sido bálsamo en la distancia la cantidad de amistades cultivadas dentro y fuera de la carrera.

“En Cuba he aprendido  que además del interrogatorio, la indicación de exámenes complementarios y la prescripción de un medicamento es importante inspeccionar desde el aspecto del paciente y para llegar a un diagnóstico”, expresa.

Esas lecciones profesionales y personales la acompañarán en el Congreso y durante toda la vida.

 

 

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