
Cuentan que de pequeña conducía matutinos, cantaba,declamaba, interactuaba con el público, hasta que Idania Guerra Millán, directora de programas radiales, y el periodista Manuel Lauredo Román, de CMKX, acariciados por aquella voz juvenil, avizoraron en Ludmila una futura radialista.
-¿Cómo llegaste a la profesión?
-Los locutores Olguita Sam y José Rodríguez me hicieron una prueba de audición y coincidieron en que podía ser locutora. Comencé cursos de la especialidad, de gramática… y me fui adentrando en ese mundo de tal manera, que ya suman 21 años de vida profesional.
-Cuéntame de tu primer programa.
-Mi primera intervención fue en el programa En antena, atendía la correspondencia de manera voluntaria. Acudía todas las mañanas, conocía de su realización, hasta que Idania, la directora, me solicitó que leyera el boletín de noticias, lo hice con los nervios disparados del que comienza, y gustó.
“La emisora comenzaba a transmitir las 24 horas, me contrataron para trabajar de madrugada en el espacio De la mejor manera, José Rodríguez era el conductor y yo la voz informativa. Allí estuve tres años, de 1:00 a 6:00 de la madrugada”.
-¿Qué pasó después?
-Luego vino Sonido romántico, espacio de poemas y canciones que salía a medianoche, junto a mis colegas Sandro y Miguel Esturo, bajo la dirección de Idania Guerra Millán. Formé plantilla de los programas juveniles Quédate, RB.com, Onda juvenil y ahora estoy en Tarde compartida.
“Tuve la posibilidad de estudiar en la filial holguinera del Instituto Superior de Arte, en curso para trabajadores, del que egresé en la carrera de Dirección en audiovisuales”.
-Además de la locución diriges un proyecto.
-Se llama Contemporáneos, sale al aire los sábados, de 4:00 a 5:00 de la tarde, ideado por el doctor Jesús Rodríguez Román, a raíz de la realización de un Taller juvenil de creación radial.
“Antes de partir a su misión médica, me dijo: ‘Dejo en tus manos un lindo espacio. ¡Llévalo adelante!’ Y es lo que trato de hacer.
“Por él han pasado varias generaciones de bayameses que ahora son médicos, ingenieros, profesores, actrices… y mantienen su apego a la radio, uno de los objetivos que perseguimos, por eso me encanta ese trabajo.
“Son otros niños de mi familia, un equipo en desarrollo que asegura el relevo de los radialistas en la región.
“A los que asumimos esta tarea nos corresponde integración total al medio, no porque alguien lo diga, sino por sentirlo con amor, pasión y entrega”.
-¿Qué es para ti la radio?
– La radio es un mundo sorprendente de espacios únicos, transmisora de emociones, mensajes, ideas y música, dirigidos al oyente y a quien tenemos la misión de comunicarlas. Si algo falla, de nada valen las herramientas y los conocimientos adquiridos. Es lo que pienso”.
El rojo lumínico de la cabina radial advierte: En el aire. Surca el éter Tarde compartida, la revista vespertina de Bayamo, mientras en la mente de Ludmila gravitan: el oyente habitual y la llegada de este periódico que impaciente espera.