
A pesar de la severa carencia de materias primas, la Unidad Empresarial de Base de la Industria Alimentaria de Bayamo, logró asegurar el plan de producción destinado a la canasta básica, pues los esfuerzos se centraron en elaborar el pan para la población.
Miguel Rodríguez Chávez, director general de esa UEB, dijo que el plan para el periodo que recién concluyó se comportó a un 83 por ciento en elaboraciones físicas, y en valores al 81 por ciento, diferencia causada por el déficit de materias primas, como harina de trigo y azúcar, a lo cual se sumaron las prolongadas afectaciones al sistema eléctrico. Ello provocó que se dejaran de producir mil 800 toneladas de alimentos, como el pan liberado y la repostería.
La situación condujo a la búsqueda de alternativas, como el empleo de yuca, boniato y arroz, deshidratados y usados como extensores; mientras, el melao de caña sustituyó a la azúcar.
El directivo explicó que la empresa no contó con utilidades, tras el alza del precio de las pocas materias primas que llegaron al territorio, entre ellas la harina, a tal punto, que el valor de una unidad de pan alcanzó un importe de 1,30 CUP, y la empresa lo expendió a Comercio a 0,97 centavos, dejando un balance negativo.
Grisel Pérez Pérez, jefe de operaciones de esa industria en el territorio, afirmó que desde el punto de vista productivo fue un año negativo, pues se dejaron de recaudar más de 30 millones de pesos.
Expresó que la necesidad de cumplir los compromisos de la canasta básica ante la falta de energía eléctrica, obligó a recuperar hornos de leña, y dio pie al restablecimiento de los grupos electrógenos.
Pérez Pérez resaltó que el 2023 no será un año diferente al anterior, los colectivos de trabajadores arrancaron implementando las mismas alternativas antes mencionadas; no obstante, se prevé el aumento de las producciones de conservas, y se potenciará la repostería, indicador que estuvo deprimido en los últimos 12 meses.