
Aunque pudiera parecer extraño, el primer martes de mayo se celebra el Día Mundial del Asma, un evento organizado por GINA (Iniciativa Global para el Asma) con el objetivo de involucrar a los pacientes con la atención y control de la enfermedad, reducir los posibles factores de riesgo y enseñar a las personas qué se debe hacer ante un posible ataque o crisis.
Esta fecha se celebró por primera vez el 5 de mayo de 1998, en el marco de la primera Reunión Mundial sobre el Asma efectuada en Barcelona, España, uno de los eventos de educación y concienciación sobre el tema en el mundo.
GINA es un programa creado en el año 1993, en colaboración con el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud, conformado por comités de destacados expertos de todo el mundo.
El asma es una patología de las vías respiratorias que ocasiona que los pulmones no funcionen de forma correcta. Esto provoca que tanto la entrada como la salida del aire no sean de calidad por una inflamación crónica del aparato respiratorio.
Generalmente, las personas que sufren esta enfermedad son más vulnerables a factores externos, como el clima, el polvo, el humo y sustancias químicas, los cuales pueden fácilmente desencadenar un brote de asma.
Principales síntomas del asma
El asma es considerado como un padecimiento crónico, que genera una serie de síntomas que pueden variar de acuerdo a la frecuencia, duración e intensidad:
Respiración sibilante, caracterizada por la presencia de sonidos similares a los de un silbido. Es más notable si la persona está agitada o cansada, tos improductiva, que suele ser más recurrente durante la noche y en las primeras horas de la mañana.
Se precisa, además, dificultad para respirar y sensación de ahogamiento y de opresión en el pecho.
El asma es una patología crónica que afecta a un alto porcentaje de la población mundial, siendo los niños la población más vulnerable. Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 235 millones padecen de esta enfermedad a nivel global.