Hace unos días conversaba con una persona sobre los problemas que sufrimos diariamente, y ella planteaba que estos nunca tendrían solución, a lo que yo acotaba que eso sucedería, si los responsables de resolver esas dificultades se quedaban de manos cruzadas.
Y ahí está una de las cuestiones a tener en cuenta, porque aunque sea lógico, a muchos se les olvida que cuando cada uno desempeña eficientemente su rol social, no hay margen para los problemas.
Cuando las cosas se hacen bien, la sociedad funciona armónicamente, y no se producen los inconvenientes que nos alteran y que en muchas ocasiones son resultado de injustificadas negligencias.
Por ejemplo, cuando un chofer cumple con los horarios asignados a su ruta, luego de que el mecánico garantice el buen funcionamiento de la guagua, los obreros llegarán a tiempo a su trabajo y -por consiguiente- los que brindan servicios, arribarán puntuales a su centro laboral, y de este modo evitarán los disgustos que le genera a la población el comienzo tardío de la jornada.
Vale considerar que, cuando trabajadores de Comunales y personal sanitario cumplen con su deber, está garantizada en parte la higiene y salud de toda una población, y ello tendrá un impacto positivo en que se cuente con la vitalidad necesaria para las labores económicas y productivas de manera óptima.
Otro caso ilustrativo, es cuando los responsables de educar a las nuevas generaciones lo hacen correctamente. Ello derivará no solo en jóvenes con un mejor comportamiento, sino que contribuirá a que en un futuro sean conscientes de su rol como ciudadanos, de manera que contribuyan a un mejor funcionamiento de su entorno y espacio vital.
Los anteriores ejemplos demuestran que todo está estrechamente concatenado, y si falla un eslabón, ello afecta al conjunto, de ahí la importancia de que cada quien cumpla con su deber.
Las cuestiones aquí analizadas también tienen una estrecha relación con el llamado efecto dominó, el cual se produce cuando un pequeño cambio origina una transformación similar a su lado, que a su vez causa otra similar, y así sucesivamente en una secuencia lineal.
El fenómeno tiene alcances positivos y negativos, todo depende de la naturaleza del hecho desencadenante, evidencia de que una buena acción generará otra similar, y una mala tendrá efectos perjudiciales.
Así pues, los problemas tendrán fin cuando no les sean indiferentes a las personas, y cada ser humano muestre amor, responsabilidad y sentido de pertenencia con el oficio o profesión que le permite ser útil a los demás.