El amor en el entorno de la esclavitud

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Por Yelandi Milanés Guardia | 22 junio, 2023 |
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María Cristina Hierrezuelo Planas/FOTO Rafael Martínez Arias

Glosas a una familia injustamente olvidada fue el título de la conferencia inaugural que este jueves, en la Casa de la Nacionalidad Cubana, abrió la XIX edición del evento científico Nada tengo, mientras no tenga Patria.

El tema estuvo relacionado con las relaciones amorosas entre esclavas y amos, y fue desarrollado por la doctora en Ciencias Históricas María Cristina Hierrezuelo Planas.

La investigadora, descendiente de siervos, contó al auditorio que su abuela les hablaba de las esclavas pero no como mujeres sumisas, sino como féminas que cuidaban su dignidad.

En sus indagaciones sobre el asunto conoció las interioridades de las relaciones amorosas entre los amos y sus esclavas, donde -contrario a lo que muchos piensan- muchas no lo hacían por ganarse la libertad o tener hijos mulatos, sino porque era un amor verdadero y mutuo.

Existieron blancos que establecieron familias con sus siervas, y en el caso de que no fueran sus esposas, las responsabilizaban con tareas del hogar para mantenerlas cerca de ellos, y de esta manera también mantener relaciones con la descendencia de ambos.

Según Hierrezuelo Planas, una de las variantes aplicadas para favorecer a los hijos ilegítimos, era bautizarlos y convertirse en sus padrinos, o introducirlos en la casa bajo el pretexto de que le tenían un gran cariño al niño o niña.

En ocasiones las mantenían como concubinas y nunca las convirtieron en esposas ni le dieron la libertad, en este último caso porque muchos eran partidarios de la idea de que: “Las negras cuando son emancipadas, suelen olvidarse de sus bienhechores”.

Estas relaciones surgían, generalmente, con mujeres mucho más jóvenes que sus dueños. No obstante, la mayoría de los hacendados protegieron a sus hijos bastardos y trataron de una forma u otra de beneficiarlos.

A criterio de la doctora en ciencias históricas uno de los estigmas raciales del esclavismo, era que cuando un blanco se acercaba a una negra estas se sentían halagadas, pero si era un negro el que coqueteaba con una blanca, no era bien visto e incluso mirado como una ofensa.

Pero también hubo casos de hombres blancos que amaron a las mujeres de piel color ébano, porque innegablemente eran seres humanos, y entre esos destacaron los hermanos Odelín de Guantánamo, dueños de cafetales y cacaoetales, quienes tenían relaciones con sus esclavas y construyeron familias, legándoles parte de sus fortunas a ellas y sus hijos.

Pero el ejemplo más ilustrativo es el de Federico, un rico hacendado guantanamero que se casó con una esclava llamada Adela, de cuya relación nació Adelina, a quien su padre benefició con una fortuna de 100 mil pesos, mientras que a su madre dejó una herencia de 60 mil.

Gracias al beneficio económico que legó Federico a su hija Adelina, esta pudo estudiar, viajar por el mundo, e insertarse en la sociedad de ricos de su época, hasta tal punto que llegó a convertirse en una de las pocas mujeres dueñas de un ingenio azucarero, que unido a su condición de negra, la hacían digna de respeto y admiración.

Con su indagación Hierrezuelo Planas, confesó, que busca reivindicar la imagen de la mujer esclava y negra.

Luego de la conferencia inaugural se desarrollaron dos paneles relacionados con Bayamo en el proceso de formación nacional y el ideal de la Revolución desde la perspectiva de los padres fundadores.

Como cierre del evento, mañana acontecerá un acto político-cultural en homenaje a Francisco Vicente Aguilera, el cual tendrá lugar en el Retablo de los Héroes, sitio donde reposan las cenizas del patriota bayamés.

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