Penélopes de metal (+fotos)

Recuperción y  mantenimiento de transformadores eléctricos ahorran al país entre 15  mil y 20 mil dólares por concepto de sustitución de importaciones.  
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Por Anaisis Hidalgo Rodríguez | 1 julio, 2023 |
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Foto Frank Fonseca Espinosa

En un amplio patio esperan, cual Penélopes de metal, disímiles modelos de transformadores eléctricos junto a partes y piezas que, puestos en el lugar preciso, transfieren la energía de un circuito a otro, sin cambiar la frecuencia, mejorando la seguridad y eficiencia de los sistemas de energía durante su distribución a largas distancias.

Parecieran fenecer en el tiempo, pero no, apenas dormitan hasta que una chispa aviva el intelecto del técnico, que cual cirujano de estos cuerpos inanimados, fragmenta y une los vitales aditamentos de distribución y subtransmisión empleados en las subestaciones no atendidas.

Rodolfo Fernández Milanés, especialista principal del Taller de recuperación de transformadores, ubicado en Bayamo, refiere sobre la crucial misión de este colectivo:

“Nuestra premisa es dar mantenimiento capital y recuperar los transformadores de distribución, lo cual permite al país sustituir importaciones y ahorrar cuantiosos recursos, en un contexto internacional en que los equipos de esta y otras esferas se han encarecido por la crisis económica internacional.

“Este año debemos dar mantenimiento a 300 transformadores; hasta la fecha hemos accionado en 152, el 50 por ciento de los emplazados en Bayamo, nuestro cliente potencial”, explica el también jefe de procesos.

A juicio de Fernández Milanés, las causas esenciales que conducen a estas reparaciones se centran en la cargabilidad, la sobrecarga mantenida, violenta, el sobrecalentamiento y la caída de rayos, más frecuentes durante la temporada ciclónica y una de las más fulminantes, pues de estos impactos, no se salva nada.

Recuperarlos es un gran desafío, en primer lugar porque no se están importando debido a su alto costo: el más pequeño de estos transformadores, de 10 Kilo Volt Amperes (KVA), oscila entre 15 mil y 20 mil dólares; pero un transformador pedestal, puede ir de los 20 mil dólares hasta los 200 mil, dependiendo de la capacidad de KVA.

ESPÍRITU CREADOR
A este colectivo bayamés, -conformado por 10 trabajadores, cuatro de ellos jóvenes en adiestramiento,- le distingue la inventiva en aras de hacer más llevadera la faena laboral y de restaurar el mayor número de estas unidades de distribución, en las categorías de 10 hasta 333 KAV.

Se suma a estas soluciones, el aprovechamiento de materiales desechables para adaptar bombillos ahorradores a las lámparas de alumbrado público en las principales calles de Bayamo.

“La solución, además de ofrecer una respuesta a la necesaria iluminación, contribuye al ahorro energético, pues las tradicionales consumen 150, 250 y 400 Watts; en tanto, estos módulos de bombillos en paralelo consumen 24 Watts, y se caracterizan por una luz blanca, más agradable visualmente”, describe Fernández Milanés.

Para el joven Tomás Pérez Machado, especialista en protección del Centro territorial de operaciones, su llegada hace siete años a la Eléctrica, le ha servido para abrirse puertas en lo profesional y personal; antes, -confiesa- era más reservado, sin embargo, hoy es más comunicativo, quizás algo que deba agradecer a su función durante un tiempo como reserva de cuadro del director del Centro.

“Al inicio lo tomé como un reto, una oportunidad más para superarme. Pasar por aquí me sirvió muchísimo, tenía muchas carencias profesionales que he logrado limar”, declara Pérez Machado.

“La mesa de prueba estará conectada a una computadora; esto permitirá imprimir el certificado con los parámetros técnicos y eléctricos”, puntualiza Tomás Pérez Machado./Foto Frank Fonseca Espinosa

Una de las innovaciones más importantes, pesa sobre los hombros de este ingeniero en Control automático: la mesa de prueba de los transformadores, una suerte de somatón con tecnología de avanzada para corroborar la integralidad y eficacia de los exámenes de aislamiento, resistencia ómica, voltaje sostenido… imprescindibles para determinar si el equipo está apto para usar en la distribución de los municipios.

“La materialización de esta idea sustituirá los métodos obsoletos, ahorrará tiempo y brindará mayor seguridad en esta área, donde persistirán trabajos con 33 mil de voltaje”, manifiesta Pérez Machado.

También resulta notoria la instalación de una grúa automática para extraerle el núcleo a los transformadores, repararlos y sacarles el aceite que luego es recuperado.

Otra grúa concebida con un diferencial de cadena permite el izaje y traslado de estos pesados medios, algunos de una y 2,5 toneladas, lo cual humaniza esta actividad, no exenta de riesgos cuando se realizaba con vigas.

En lo que va de año, se han generado más de 50 soluciones a los transformadores, independientemente de los mantenimientos./Foto. Frank Fonseca Espinosa

En perspectiva, está montar un local para el rebobinado y enrollamiento de máquinas eléctricas, y prestar servicios a terceros en correspondencia con el llamado a incrementar las utilidades.

La aspiración es montar un laboratorio de alto voltaje y ampliarse a las pruebas de aislamiento a varas y guantes, servicios de certificación por los cuales la entidad deroga cada seis meses, a unidades de Manzanillo, Holguín o Las Tunas, entre siete mil y ocho mil pesos solo por la supervisión de los equipos que competen a una brigada.

Un alto sentido de pertenencia y creatividad distingue a los trabajadores del Taller de transformadores, quienes logran mantener estos importantes recursos eléctricos al alcance inmediato de las organizaciones básicas eléctricas para felicidad del cliente estatal y residencial.

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