¿Fueron exitosas las sesiones de III Cumbre de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Cumbre de los Pueblos?
Podría decirse que sí pero ¡depende! … hubo muchos aciertos, pero también grandes sombras.
Asistió la legítima delegación cubana encabezada por el presidente Miguel Díaz Canel Bermúdez, quien departió con asociaciones amigas de Cuba y nacionales residentes en Bélgica como ocurrió previamente en Portugal, de ello se desprende que más allá de la extrema derecha en Europa hay muchos admiradores y defensores de Cuba y sus habitantes.
Los movimientos sociales, sindicales y de solidaridad junto a fuerzas políticas progresistas lucharon a brazo partido por avanzar hacia una relación entre La Vieja Europa y los pueblos del continente americano signada por el pleno respeto a la soberanía y enfocada en el beneficio mutuo.
La Cumbre de los Pueblos Bruselas-2023 representó un hito para la defensa de la soberanía de Latinoamérica y el Caribe a pesar de malignas interferencias como huellas de un pasado neocolonial, los vínculos deben caracterizarse por el respeto mutuo, sin imposiciones, a ambos lados del Atlántico.
Hace muy poco en el foro de la sociedad civil, realizado en la propia capital belga, desde la Unión Europea (UE) hubo intentos de injerencia y faltas de respeto, pues su convocatoria excluía la participación de una verdadera representación de nuestros pueblos.
Sirvió también para remover antifaces: porque deplorable es el calificativo justo a la resolución del Parlamento europeo, eco de las voces de la extrema derecha en esa región para seguir aplicando sanciones unilaterales y violatorias del derecho internacional en la injustificable política de aislamiento a Cuba.
Urge llegar a esa anhelada multilateralidad para cubrir esperanzas y necesidades de los pueblos latinoamericanos y caribeños.
Cuba participó de manera activa y muy constructiva en el mismo, en aras de estrechar las relaciones birregionales. Igualmente, nuestra nación contribuyó a fortalecer los lazos entre la UE y la Celac, voz propia de América Latina y el Caribe, sobre bases de igualdad y de respeto.
Sobre los temas de la agenda, resaltan las transiciones ecológicas y digitales justas y el compromiso compartido en defensa de la democracia, la inclusión social y los derechos humanos.
¿Respetados esos puntos? No siempre, pues se mueven intereses millonarios que no admiten diferencias.
La presidencia del foro estuvo bien equilibrada, pues encabezaron los debates el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, en calidad de presidente pro tempore de la Celac y conocido como fuerte puntal en la defensa de los pueblos.
En el contexto del actual conflicto entre Rusia y Ucrania, también se insta a la UE a abandonar la escalada guerrerista en alianza con Estados Unidos, y a reproducir el paso dado por la Celac en 2014, cuando declaró en La Habana a América Latina y el Caribe como Zona de Paz. Eso no gustó nada a quienes alientan y avivan el fuego en Ucrania.
Al agradecer el enorme respaldo recibido, Díaz-Canel aprovechó la ocasión para subrayar; “Cuba seguirá luchando y seguirá resistiendo ante los ataques del imperialismo”.
Desde Portugal y Bélgica el llamado claro fue a sacar a Cuba de la ilegítima lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
Desde Cuba y el exterior se lucha por lograr más naturalidad en la relación con la comunidad de cubanos residentes fuera de la isla y no han roto con ella, muchos de ellos hablaron sobre sus experiencias, proyectos de vida, sus familias y el vínculo con la patria.
El movimiento La Francia Insumisa (LFI) otras fuerzas políticas de diverso signo condenaron durante la conducta belicosa e injerencista de algunas instituciones y autoridades de la Unión Europea (UE) hacia Latinoamérica.
Asimismo, fueron denunciadas maniobras como el intento de forzar a dirigentes latinoamericanos a tomar partido en el conflicto en Ucrania y de interferir en los asuntos internos de Venezuela.
Frente a la inestabilidad geopolítica mundial y las urgencias sociales y ecológicas de nuestro tiempo, resulta claro que los países europeos deben ser voceros de la paz y de la justicia, no lo contrario.
La UE no es el centro del mundo por tanto debe propiciar en su relación con Latinoamérica y el Caribe el intercambio y la cooperación.
Sobresalió el hecho de que los logros de la ciencia cubana y de otros sectores, incluidos la educación y la salud, tienen el mérito adicional de alcanzarse en el duro escenario de más de 60 años de bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos.