De ciencia y fe están compuestos los días de Dileynis Suárez Salazar, joven innovadora granmense, quien agradece haber hecho realidad su sueño de infancia: ser ingeniera química y trabajar en los laboratorios.
Suárez Salazar estudió en la Universidad de Oriente y se desempeña actualmente como primer químico en la ronera de la UEB Derivados, de la Empresa Arquímides Colina.
“Atendí por mucho tiempo el control interno de la empresa, también fui tecnóloga de la planta de alcohol y jefa de turno integral en las cuatro plantas de producción. En estos momentos estoy al frente de la planta de gel antibacteriano y cuatro bodegas de añejamiento que se preparan para bases de rones destinados a exportación.”
UN PROYECTO INESPERADO
“El mayor logro que he tenido como científica es el trabajo del gel o crema para ultrasonido. En realidad no estaba dentro de mis planes, pero la directora del centro depositó su confianza en mí al asignarme la tarea. La preocupación en la provincia era muy grande, tras el encarecimiento del producto e importancia de este para atender la salud de la población”.
Además, conjuntamente con el Departamento de Química Aplicada de la Universidad de Granma, participa en el desarrollo de una idea que surge como necesidad: lograr aceites esenciales para aromatizar sus bebidas, las cuales gozan de buena aceptación nacional e internacional.
DESAFÍOS Y MOTIVACIONES
“Decir ciencia, para quienes estamos vinculados a ella a tiempo completo, es todo un reto, más para jóvenes de una base productiva apenas sin condiciones, que obtenemos logros significativos y muchas veces nos cuestionan. Para superar estos desafíos, es clave confiar en nosotros mismos. Cuba atraviesa momentos difíciles, donde se necesita de juventud creadora en busca de soluciones. Tengo una niña pequeña, para ella anhelo un mundo mejor, esa es mi principal motivación”.
Lo aprendido con sus compañeros representa en su vida un tesoro, tiene la esperanza de liderar un equipo de trabajo para innovar, aportar el granito de arena al futuro del país.
“Encaminados al progreso de la fábrica, contamos con nuevos proyectos, por ejemplo, montar un biogás que también permitirá introducir la tecnología de las cocinas de gas en el poblado de Mabay, donde se encuentra la UEB”.
Dileynis es sinónimo de entrega y dedicación. Mujer que demuestra el valor de, más allá del enriquecimiento personal, ofrecer valiosas dosis de creatividad a través de la profesión, en su caso, desde la química que le apasiona.