La historia en torno a un parque museo (+ fotos)

Share Button
Por Yelandi Milanés Guardia | 15 agosto, 2023 |
0
Especialistas del parque- museo Ñico López hablando sobre la historia de este emblemático lugar / FOTO Rafael Martínez Arias

Toda la historia que atesora y envuelve al otrora cuartel Carlos Manuel de Céspedes, hoy parque-museo Ñico López, fue expuesta -este martes- en áreas de esa institución museística que alcanzó renombre luego de los sucesos del 26 de julio de 1953.

Un panel compuesto por seis especialistas del museo y conducido por la directora Yadiana Ayala Lastre, analizaron desde varias aristas todo lo concerniente a este emblemático lugar.

Las ponencias comenzaron por narrar las características que tenía este sitio en los inicios del siglo XIX cuando fue construido y sirvió como lujosa residencia a Ignacio Manuel Saragutía, quien se cuenta  era adicto a la realización de fiestas lujuriosas, pero la muerte de su dueño y el estado ruinoso en que la dejó el tiempo, influyeron en la decisión del gobierno español de convertirlo en un fuerte militar.

Luego de la colonización española y la llegada de los norteamericanos a Cuba se inicia la construcción de un cuartel que recibió por nombre Carlos Manuel de Céspedes, y el cual ocupaba una vasta área, dividida en varias secciones que respondían a la función para la cual fue creada.

Lamentablemente fue asociado con un sitio terrorífico, por la cantidad de atrocidades y barbaries que se cometían contra quienes eran llevados allí por fuerzas militares de los distintos gobiernos proyanquis que existieron en la Isla desde 1902 hasta 1959.

La ocasión fue aprovechada, además, para esbozar los males económicos, políticos y sociales que aquejaban a Cuba antes de 1953, y que llevaron a la Generación del Centenario a inmolarse el 26 de julio de 1953.

Por tal razón, otro de los temas abordados, fueron los preparativos realizados por los casi mil 500 jóvenes involucrados en la acción, y la manera en que se organizaron para alistarse militarmente para el enfrentamiento armado.

En detalles se habló de los lugares donde se prepararon, la selección de la fecha y del sitio donde pernoctarían (hospedaje Gran Casino) horas antes de asaltar la fortaleza militar, además de la compra de armas y del arribo de las mismas a territorio bayamés para consumar el asalto. La información fue tan compartimentada, que sola las personas cercanas a Fidel conocían a grandes rasgos los planes y objetivos de la acción.

Luego se habló sobre los hechos ocurridos en la madrugada del 26 de julio de 1953, donde la ausencia del compañero que los debía guiar para entrar en el cuartel y el desconocimiento de la zona, fueron factores decisivos en el fallo del factor sorpresa, ya que los asaltantes entraron por un lugar lleno de latas que delataron inmediatamente su presencia, y fueron rápidamente rechazados con armas de mayor calibre que las que portaban.

Ante la superioridad armamentística se impuso el repliegue ordenado por Raúl Martínez Ararás a los 21 asaltantes, quienes en su huida se desperdigaron por toda la ciudad y aunque fueron víctimas -la mayoría- de la represión del ejército batistiano, otros tuvieron la suerte de ser acogidos y ayudados por las familias bayamesas, las cuales desempeñaron un rol importante en la conservación de las vidas de los valerosos jóvenes.

En las postrimerías de la exposición se habló de lo que ha sido el otrora cuartel tras el triunfo revolucionario, y de la decisión de convertirlo en un parque-museo visitado por relevantes figuras de Cuba y el mundo, y que es sitio de esparcimiento, vínculo con la historia y espacio ideal para la realización de actividades político- culturales.

Una idea primó al finalizar el panel compuesto por los seis especialistas del parque-museo, y es que el hecho que le dio significación al lugar, fue un fracaso desde el punto de vista militar, pero ideológicamente evidenció la existencia de una generación dispuesta a derrocar, mediante la lucha armada, la sangrienta tiranía de Batista.

Y otro pensamiento defendido fue el expresado por Fidel al referirse a sus hermanos muertos: “No es con sangre como pueden pagarse las vidas de los jóvenes que mueren por el bien de un pueblo; la felicidad de ese pueblo es el único precio digno que puede pagarse por ellas”.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *