El 20 de agosto de 1915 se produjo en La Habana el fallecimiento de Carlos J. Finlay, destacado investigador cubano que hizo un notable aporte al desarrollo de la ciencia a nivel mundial.
Finlay, quién había nacido el tres de diciembre de 1833 en Santa María del Puerto Príncipe, en la actualidad la ciudad de Camagüey, investigó, elaboró y expuso una teoría acerca del agente transmisor de la fiebre amarilla.
Hizo público su descubrimiento el 14 de agosto de 1881 en la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana. En el sitio donde funcionara dicha institución, en la calle Cuba número 460, en La Habana Vieja, se localiza en la actualidad un museo que lleva el nombre del prestigioso científico cubano.
En el museo se encuentran objetos pertenecientes a Finlay y también el mausoleo que guarda las cenizas de Tomás Romay, iniciador del movimiento científico en Cuba. Se conserva igualmente la tribuna desde la cual Carlos J. Finlay expuso su descubrimiento.
Por su relevancia desde el punto de vista histórico a esta edificación se le confirió la condición de Monumento Nacional.
A propósito, hoy se celebra el Día mundial de los mosquitos en memoria del doctor británico Sir Ronald Ross, que descubrió que los mosquitos hembra son los responsables de transmitir la enfermedad de la malaria entre los seres humanos.
Fue el 20 de agosto de 1897 cuando este médico inglés descubrió la relación entre la transmisión de la referida enfermedad y la picadura de los mosquitos hembra.
En el mundo se notifican millones de casos de malaria, muchos de ellos con consecuencias mortales, es por ello, que el descubrimiento de este doctor británico tuvo una importancia crucial para la erradicación de enfermedades tropicales como, el dengue, la fiebre amarilla y el zika.
Para muchas de estas enfermedades no existe vacuna ni cura, y por tanto, la mejor arma para su erradicación es la prevención de las picaduras de insectos. Mantenga tapado su tanque, limpie los bebederos de agua de su mascota y recicle el agua de los vasos espirituales. Evite la proliferación de este vector.