
Miladi Houellis Pérez, balancista-distribuidora en el mercado Flor de Azahar, de la ciudad de Bayamo, es emprendedora y decidida. Su desempeño en el Sector Agropecuario, por más de 30 años, demanda superación constante, sin embargo, no le impide alcanzar el balance idóneo entre hogar y trabajo, aunque siempre requiere del apoyo de familiares, amigos y compañeros de trabajo.
Esta mujer es ejemplo de perseverancia, disfruta de las actividades de su gremio y recuerda que, desde los 17 años se consagró a él. Por tal motivo no deja de avanzar para estar satisfecha consigo misma y con quienes la rodean. Durante sus jornadas es usual verla dentro del salón del mercado-frutería, para atender a los clientes de conjunto con su equipo.
“Antes, trabajaba en la sede de Acopio Bayamo, pero hace cinco años aproximadamente, me trasladé hacia Flor de Azahar, donde ocupo la plaza de balancista (almacenera), además llevo más de dos décadas frente al sindicato del sector, el cual obtiene resultados sobresalientes en la provincia”.
En el mes de mayo de este 2023, Miladis estuvo entre las sindicalistas reconocidas en el territorio. “Eso fue un homenaje a mi labor como trabajadora, pero incluye la figura que soy como mujer, madre, abuela; realmente, no me lo esperaba”.
“Cuando tuve a mi hija conté con el apoyo incondicional de mi familia, mi mamá, hermanas. Ahora mi retoño tiene a su pequeña, ambas nos apoyamos”, agrega Miladis. Nuevamente, se demuestra que es la familia el vínculo principal en una sociedad, y que las mujeres son más fuertes si se sostienen entre sí.
No tiene interés de abandonar aquello en lo cual se siente realizada, útil, aporta a la sociedad y a ella misma. A pesar de las inconformidades de los clientes, con y sin razón, ella siempre está atenta, sabe que es parte de su función encontrar soluciones ante las problemáticas de su centro.
“Estaré al frente de la tarea sindical hasta terminar mi vida laboral, porque me gusta, dirigir a mis trabajadores, verlos crecer, buscar dentro de mis posibilidades la satisfacción del pueblo, pues son nuestra principal razón de ser; me motiva atender a la población, yo debo estar en el almacén, pero de vez en cuando salgo, para intercambiar, saber sus opiniones, guiarlos”, agrega la almacenera del mercado.
“Ante un producto de mala calidad procedemos al análisis, por ejemplo, nos sucede que, con el melón, a veces cortamos la fruta y no tiene la calidad requerida, por supuesto se le piden disculpas al cliente y se devuelve el dinero o se cambia el producto. Tratamos de no responder de manera inadecuada y trabajamos para evitar las quejas”, expresa.
A la vista salta su figura menuda, pero su voz es firme, común en una fémina que debe rodearse de hombres en su mayoría, y dirigirlos. La sencillez de su persona no limita las capacidades de liderazgo que manifiesta, sabe cómo llegar a los suyos y no se siente ajena a la realidad, trabaja con deficiencias y potencialidades para visibilizar el buen servicio de su local. Es mujer con alma de flor, pero no es cualquiera, Miladis es espontánea, quizás por esto es fácil asociarla con la flor de azahar.