
Marcaba ya el reloj las 6:00 de la tarde en el paseo bayamés cuando un espectáculo infantil cautivaba a grandes y chicos, quienes entre risas y aplausos se aglutinaban para disfrutar.
Se celebraba por primera vez La noche del patrimonio, actividad auspiciada cada año por el grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España. Esta vez Bayamo era testigo de ello.
Personas de todas las edades pudieron disfrutar de la exposición transitoria Evolución, donde varios artículos formaron parte del concurso El objeto más antiguo y original.

El ganador fue una edición de lujo de la Sagrada Biblia del año 1958, con letras de oro e asombrosas imágenes de sus pasajes.

Un aroma familiar se esparcía por las calles, era café recién colado, fritura, dulces y tragos de aliño, se degustaba la culinaria característica de la Villa San Salvador de Bayamo.


La noche cerró con trova y poesía inspiradas en sus leyendas, vivencias e historia, a la salud de la Ciudad Monumento Nacional.
