
La mañana del sábado 30 de septiembre se esperaba con deseos, hoy se hizo realidad. En el Teatro Bayamo de la capital granmense se dieron cita los miembros del coro Ismaelillo, parecía que gran parte de la provincia había acordado reunirse allí, y sí, previo al espectáculo, decidieron verse en este emblemático sitio de la ciudad, para compartir los 40 años de la institución coral.
Desde Matanzas llegaron los aclamados padres fundadores, Irene Nuviola González y Reynaldo Pérez Álvarez, matrimonio que en 1983 creó el coro. Años más tarde, en 1994, la jovencita Arinledy Rodríguez García, a quien conocemos como Ary Rodríguez, continuó con el legado de Irene y Rey.
Un sinfín de emociones contagiaron a protagonistas y espectadores, porque, sin duda alguna, son los niños una esperanza llena de sorpresas. Allí, desde los más antiguos hasta las nuevas generaciones de Ismaelillos, expresaron su aprecio al pequeño espacio que los hace grandes, y es que varios músicos de nuestro país iniciaron sus pasos artísticos en esta zona bayamesa-martiana.

Acompañados por el teatro Andante, pequeños, jóvenes y adultos manifestaron su devoción por la música que nos une sin fronteras, así fue como el grupo fundador interpretó bajo la dirección de Nuviola González, la canción Katiuscha.
El telón jamás se cerró, porque entre ritmo, testimonios de exmiembros del coro e intervenciones teatrales, el espacio se hizo ameno. Imposible negar el recuerdo infantil de gran parte del público, porque desde 1983 hasta el presente 2023, las letras rememoraron experiencias de la infancia y festivales como Cantándole al sol.

La primera madre de los coristas, Irene Nuviola González expresó su sorpresa y agradecimiento a la actual directora por hacerlo todo nuevo, al terminar su breve discurso dijo: “Me siento muy feliz con el trabajo de Ary”. De igual forma, Ary Rodríguez comentó: “Las personas han querido que quede con mucho brillo para que rime con coro Ismaelillo”.

El espectáculo sumó alegrías y colores no solo en la belleza de las letras, las cuales centran el amor y la pureza entre sus mensajes, tal y como Martí lo signa en su poemario, también se establece una integración de colores en el vestuario que revelan el homenaje a nuestros símbolos patrios, rojo, blanco y azul.
Otro aniversario tendrá el coro, pero este es memorable, cada uno tuvo su pedazo de mañana para ser niño o para ver la huella de sus hijos en el escenario.