El 14 de diciembre de 1928, nació en Güines provincia de La Habana Raúl Gómez García. De sobrenombre El ciudadano. Tras su muerte se le conoce como El poeta de la Generación del Centenario.
Con solo 14 años, desde las páginas de una publicación estudiantil en el Instituto de Segunda Enseñanza, denunció al entonces director de ese plantel, por su actitud inmoral de ventas de notas, abusos con los profesores y empleados y también con los alumnos.
Desde muy joven se identificó con la causa revolucionaria y empleó su voz para denunciar la corrupción y las injusticias cometidas por los gobiernos de turno de la mal llamada República.
Sus ideales lo llevaron a ingresar en el Partido Ortodoxo, donde militó en el ala más radical de la Juventud de esa organización política.
El golpe de estado del 10 de marzo de 1952; lo hace estallar de indignación y lo sintetiza escribiendo el manifiesto “Revolución sin Juventud” donde denuncia a los usurpadores del poder.
Ningún medio se atrevió a publicarlo, porque llamaba al combate frontal contra Batista y sus secuaces. Creó el periódico mimeografiado Son los mismos. Lo imprimió el mismo en un mimeógrafo que llevó a su casa con la ayuda de Abel, Melba y Jesús Montané, entre otros, con una tirada entre 300 y 500 ejemplares.
Por orientación del líder, el periódico tuvo un nombre nuevo: El acusador, que tuvo 3 ediciones ya que por una delación fueron detenidos sus redactores.
Vinculado al M-26-7 por encargo de Fidel, redactó, el Manifiesto del Moncada a la Nación, el cual tenía previsto que se leyera inmediatamente después que se ocupara el Cuartel Moncada en Santiago de Cuba para explicarle al pueblo los objetivos de la acción e impulsar a las masas a colaborar con la lucha con el propósito de desencadenar una insurrección popular armada.
También creó el célebre poema “Ya estamos en combate”, escrito como himno inspirador para la lucha armada.
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Por defender la idea de todos los que han muerto.
Para arrojar a los malos del histórico Templo
Por el heroico gesto de Maceo,
Por la dulce memoria de Martí.
En nuestra sangre hierve el hado azaroso
De las generaciones que todo lo brindaron,
En nuestros brazos se alzan los sueños clamorosos
Que vibran en el alma superior del cubano
Ya estamos en combate…
En nombre de las madres y de los hijos de nuestra tierra heroica
En nombre del honor y del decoro que construyó su historia
Por la estrofa magnífica del himno
«Que morir por la patria es vivir»
La libertad anida entre los pechos de los que viven hombres
Y por verla en la estrella solitaria es un honor luchar
A la generación del centenario le caben los honores,
De construir la patria que soñara el Maestro Inmortal.
Ya estamos en combate… ¡Adelante!
Adelante hasta el nido superior de la gloria
Para que nazca en esta nueva aurora
La república digna y decorosa
Que fue el último anhelo de Chibás.
No importa que en la lucha caigan más héroes dignos
Serán más culpa y fango para el fiero tirano
Cuando se ama a la patria como hermoso símbolo
Si no se tiene armas se pelea con las manos.
Ya estamos en combate… ¡Adelante!
De nuestra lucha heroica depende la Cuba verdadera
La de furia loca de Gómez y Agramonte…
La de la lucha pura de Mella y de Guiteras…
Adelante, Cubanos… ¡Adelante!
Por nuestro honor de hombres ya estamos en combate
Pongamos en ridículo la actitud egoísta del Tirano
Luchemos hoy o nunca por una Cuba sin esclavos
Sintamos en lo hondo la sed enfebrecida de la patria
Pongamos en la cima del Turquino la Estrella Solitaria.
Participó en el asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953 en Santiago de Cuba. Fue designado para la toma del hospital civil “Saturnino Lora”.
Es apresado. El factor sorpresa había fallado. Un empleado le facilita un papel y una pluma, y escribe a su madre… “Caí preso, tu hijo”.
Pocas horas después del hecho fue torturado y asesinado por las fuerzas de la dictadura batistiana, aquel joven de 25 años de edad.
En su honor se celebra en Cuba, cada 14 de diciembre, el Día del Trabajador de la cultura en Cuba.