El 22 de diciembre de 1910 nació, en el poblado Recreo, actual Máximo Gómez la provincia de Matanzas, Dora Alonso, quién con el decursar del tiempo se convirtió en una de las más célebres escritoras cubanas.
Encaminó su vida hacia el periodismo, dándose a conocer en el periódico Prensa Libre, de Cárdenas en 1930. Integrada desde muy joven a las luchas revolucionarias, fue miembro del Ejecutivo Provincial de Matanzas.
Más tarde participó en el Comité Gestor Nacional del Partido Unión Revolucionaria Comunista. Posteriormente trabajaría en la revista Lux, de la Federación Sindical de las Plantas Eléctricas de Gas y Agua, donde publicó sus primeras entrevistas como la que realizará en La Habana al poeta chileno Pablo Neruda.
En 1936 obtuvo el premio literario de cuento de la revista Bohemia. Con la novela Tierra adentro, ganó el Premio Nacional de Novela de la Dirección de Cultura del Ministerio de Educación en 1944, y el periodístico “E. J. Varona” (1946).
En el concurso de cuento “Hernández Catá” obtuvo el primer premio en 1947, además de varias menciones en otros años. Más tarde exploró la radio escribiendo sus primeros guiones de novelas radiales: Mensajeras, Medialuna, Sol de batey, Tierra nueva, La sombra lúcida, esta última, germen de Entre monte y cielo, de temática campesina, con la cual obtuvo gran éxito. Posteriormente algunas serían adaptadas para la televisión con similar éxito.
Durante los años 50 la magistral narradora colaboró para la Televisión Cubana. De esa fructífera etapa son algunas de sus creaciones consagradas, entre ellas, piezas teatrales concebidas para el títere cubano Pelusín del Monte, que harían las delicias de miles de espectadores cubanos; y escribe la primera pieza infantil para teatro: Pelusín y los pájaros.
A partir de entonces desarrolló una fecunda creación de literatura infantil, por la que recibió numerosos galardones. Entre ellas, El cochero azul (1975), Palomar, (1979) Aventuras de Guille; El valle de la Pájara Pinta, (1980); El caballito enano, El Grillo Caminante (1985), El libro de Camilín (1988) y La flauta de chocolate, que forma parte de su creación poética.
Falleció en La Habana, el 21 de marzo de 2001, con 90 años de edad. Según su deseo, su cuerpo fue cremado y esparcidas sus cenizas por el impresionante Valle de Viñales, donde quedó abrigada para siempre, por su amado campo cubano
Dora continúa viva en el magisterio de los que hoy siguen sus derroteros desde la literatura infantil desatando nuevos duendes o espíritus familiares en el anchuroso mundo infantil.