
Consientes del lugar que ocupan en el desarrollo del verde caimán y como reflejo de la continuidad histórica de la Revolución, los jóvenes granmenses apuestan por el desarrollo local desde las potencialidades de cada territorio.
Intensificar labores en la producción de alimentos, diversificar los productos agrícolas y abrir nuevos horizontes para la exportación de bienes y servicios constituye hoy tarea de primer orden.
Arlet Alejandro Hernández Fernández, de 24 años de edad, es uno de esos jóvenes que forman parte de la vanguardia granmense. Producir, trabajar y avanzar es la rúbrica que impulsa su trabajo diario en beneficio de los cultivos protegidos en el costero municipio de Pilón.
Al hablar se muestra algo tímido; sin embargo, el dominio de la labor que realiza y su quehacer diario lo ubican entre los mejores trabajadores del Módulo Cultivos Protegidos de Pilón perteneciente a la Empresa Integral Agropecuaria Granma.
¿Cuáles fueron tus inicios en esta entidad?
-Llegué al módulo como pastor del ganado ovino, más adelante me dieron la posibilidad de coger una casa de tapado. Mis primeras cosechas fueron de melones. De acuerdo al gran rendimiento que tuve continué con otras variedades. Actualmente cultivo ají picante chile habanero con destino para la exportación.
“Estoy aquí gracias a mi abuela, ella trabaja en la Garita. Estoy muy orgulloso de ella porque es una mujer trabajadora y un ejemplo a seguir”.
¿Qué características tiene el cultivo de ají picante habanero?
-Lo primero son las medidas de protección y seguridad en el trabajo como: guantes, gafas y camisas de mangas largas. Es un ají que pica y daña en ocasiones la piel si no se cumplen estas indicaciones. Esta es una especie delicada teniendo en cuenta los requerimientos necesarios para la exportación. Entre esos requisitos destaca la limpieza, el tamaño y la calidad general del producto. La planta dura de seis a siete meses.
¿Consideras importante el aporte de la juventud a la producción de alimentos?
-Por supuesto, el vínculo de los jóvenes a la agricultura es muy importante. Me gusta mucho producir alimentos para el pueblo. Me siento bien aquí, he obtenido varios reconocimientos por mi labor. Este es trabajo un poco complejo, pero necesario en estos tiempos. Hay que seguir pa´lante.
“A las nuevas generaciones les digo que no le cojan miedo a la agricultura. Aun cuando es un trabajo forzoso brinda beneficios para la economía familiar, el desarrollo local y el país en general. Se siente satisfacción cuando se obtienen los resultados de la cosecha”.
¿Cuáles son tus proyecciones?
-Quiero seguir trabajando duro como hasta ahora. Me supero en la universidad en la carrera de Ingeniería Agrónoma para ser un profesional en esta materia y seguir aportando a mi pueblo y mi Revolución.
Una vez más la juventud de la provincia Granma dice presente a tono con los momentos actuales. Jóvenes como el pilonero Arlet siguen desde el surco aportando a la producción de alimentos en una tierra de tradiciones históricas rumbo al porvenir.