
Antes de los últimos suspiros del año 2023, Feliciano Escobedo Batista anunciaba, desde la galería de arte Benito Granda Parada, de Jiguaní, que el 2024 será intenso para esa institución cultural, dirigida por él.
Quienes saben de Cianito (porque es así como todos lo reconocen), no dudan que se cumplirá, y con creces, tal vaticinio, más si lo alienta la coincidencia , en la nueva etapa, del cumpleaños 35 de la Convención Internacional de los Derechos del Niño y el 15 del nacimiento, en Jiguaní, de un proyecto de colaboración, a partir del concurso de plástica infantil De donde crece la palma que, por iniciativa del productor cultural de marras, surgió con sostén en los preceptos de tal convención.
INICIATIVA PRIMERO, LUEGO PROYECTO
Con el pensamiento puesto en ese tratado internacional, que defiende para los niños la libertad de expresión, Cianito (Premio Nacional de Cultura Comunitaria) ideó, en 1995, el concurso, el cual rendiría honores al más universal de los cubanos. En fin, Martí visto desde la dimensión de las nuevas generaciones.
Un año después, y de manera progresiva, el concurso local, en el cual toman parte niños desde las Enseñanza Primaria hasta la de Nivel Medio Superior, fue ampliando su alcance territorial, y logró una mayor consolidación al adquirir carácter nacional e involucrar a todas las casas de cultura del país.
El entonces ministro de Cultura, Abel Prieto, resaltó desde los inicios el significado de la acción, y se favoreció su inserción en el Plan director de valores establecido en el país, en tanto contribuye de manera participativa y creativa al afianzamiento de la cubanía y del patriotismo en niños y jóvenes.
Lo más importante del certamen, que culmina con el salón nacional de plástica infantil De donde crece la palma, es que quienes participan aportan su visión de Martí, al no sentirse obligados a ceñirse a un aspecto específico de la vida y la obra del Maestro.
Trasciende, asimismo, como muestra de la necesaria integración de organismos, instituciones y organizaciones vinculadas a la formación de las nuevas generaciones, pues se articulan los esfuerzos de los ministerios de Educación y de Cultura, la Organización de Pioneros, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y otros actores, todo para que los niños disfruten, desde la base hasta el nivel nacional, de un proceso sociocultural excepcional.
Precisa Cianito que la idea primaria del concurso en la galería jiguanisera se convirtió luego en certamen nacional; después, a propuesta de la representación de Unicef en el país, devino proyecto local acompañado por esa organización y, más tarde, macro proyecto provincial, extendido a otros municipios granmenses y a más manifestaciones culturales.
“Es que empezaron a entrar recursos, desde medios para la plástica, material escolar, hasta sistemas de audio y video, equipos de cómputo, de clima, de refrigeración, mobiliario y otros, y cuando vimos que la galería estaba hinchada de estos, entonces surgió la idea de un macro proyecto para llegar a más niños de Granma”.
EXPANSIÓN
Yanet Oliva Suárez, especialista del proyecto, destaca que la expansión enfilaba su mirada fundamentalmente a comunidades rurales, en las cuales los gobiernos debían acondicionar locales para equipos adquiridos a través de la colaboración de Unicef.
“Esto generó cambios en la fisonomía de la cultura en las 12 comunidades (de 10 municipios) a las cuales se extendió la propuesta, y también fuentes de empleo.
“Ha logrado resultados loables relacionados con la plástica, pero además con la prevención de la violencia en la infancia y la juventud, a partir de talleres de creación y apreciación, específicamente, en las manifestaciones de literatura, teatro y música; desarrollar juegos y espacios interactivos, para explorar, mediante la cultura, situaciones de riegos, situaciones que quizás los niños no exponen por miedo o timidez”.
En conclusión, se ha impulsado un amplio trabajo desde las casas de cultura, tomando como centro a las comunidades y priorizando a los niños y adolescentes. Es esta una singular vía de acceso al esparcimiento, la promoción de los derechos, agente socializador que instruye, prepara, fomenta valores y potencia la creación artística.

En general, como ya se ha mencionado, 10 municipios y 12 comunidades se han beneficiado, también 14 casas de cultura, cuyos resultados serán expuestos, este año, en una feria de experiencias que, entre otras múltiples acciones, se prevé realizar para celebrar los 15 del proyecto.
A propósito, vale significar que de alrededor de medio centenar de proyectos de colaboración registrados en la provincia de Granma, es este el de mayor estabilidad y eficacia, con un aprovechamiento óptimo de los recursos materiales adquiridos por esa vía.
Su alcance es expresión de amor, desprendimiento y solidaridad, pues los promotores jiguaniseros pensaron no solo en sus niños y adolescentes, sino en muchos de Granma, sobre todo, de lugares intrincados y de difícil acceso.
¿Por qué?…, porque Feliciano Escobedo Batista y su equipo de trabajo insisten en apegarse cada día (según sus propias palabras) a aquella sentencia popular de que los mediocres solo hablan de los demás, los buenos de planes y los grandes de proyectos.
Y, definitivamente, esta propuesta, que en el año actual pretende llegar a toda la geografía granmense, busca en su esencia alcanzar a las palmas, tanto como el concurso de plástica infantil que viabilizó su nacimiento, para hacer honor a la sentencia del Maestro de que la gratitud mejor reverdece en la tierra buena de los humildes.