No renuncian al plan de azúcar en Grito de Yara

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Por Luis Morales Blanco | 9 marzo, 2016 |
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FOTO / Rafael Martínez Arias

Tropiezos en plantaciones e industria no doblegan la voluntad de mujeres y hombres de la Llanura del Cauto, quienes no renuncian a que el central Grito de Yara salga del actual bache y cumpla el azúcar planificado para la presente zafra.

DE LOS CAMPOS AL INGENIO 

Fisuras indiscutibles obstaculizan la llegada óptima de toda la caña requerida por la fábrica, José Luis Infante, técnico en Mecanización de la Unidad empresarial de atención a productores riocautenses, piensa que los operadores no acaban de cogerle el golpe a la nueva tecnología, con máquinas diseñadas para operar en campos de rendimiento superior a las 80 toneladas por hectárea, “pero cosechan en lugares con promedios de 45 o 50”.

Indudablemente, están las viejas y antes gloriosas KTP , pero se les sigue exigiendo cortar más de 110 o 115 toneladas diariamente y algunas no pueden ni llegar a 100, “largos años de explotación y no siempre con las piezas a mano, genera tiempo agrícola perdido”.

No todas las noticias son malas: allí, como en otros macizos cañeros granmenses, mocha en mano le hacen la guerra al marabú.

La UBPC Aguacate, por ejemplo, resalta por el ambicioso programa para ganar terreno a la mala hierba. Humberto Hernández, su jefe de Recursos Humanos, muestra optimismo por las 150 hectáreas despejadas, “de las cuales una parte considerable fueron roturadas por 40 trabajadores con norma de un cordel diario”. ¡Fuerte, eh!

Ello representa fuente de empleo para 20 personas que hubieran quedado disponibles; las nóminas reflejan buenos ingresos para los cortadores.

Desde Pavón, lote perdido hace 12 años, ya puede apreciarse en lontananza la chimenea de Grito de Yara.

El plan supera las 300 hectáreas entre este año y el siguiente… si esos ubepecistas se aprietan el cinto pueden “liquidarlas” ahora, tensando la voluntad.

José González Aliaga, jefe del pelotón Paquito Rosales, de preparación de tierra, dice que las áreas desmontadas permiten avanzar bastante, “llevamos 160 hectáreas con esta nueva modalidad de surca de base ancha para elevar el rendimiento por hectárea.

“Roturamos, damos grada y multiaramos con el propósito de eliminar raíces y troncos, todo con la máxima calidad, para que la surca quede perfecta”.

SIN RENUNCIAR AL PLAN

Jorge García, director de Grito de Yara, asevera que las molidas debían estar al 70 por ciento, pero el acumulado hasta la fecha está al 43 “debemos alcanzar una producción de 19 mil toneladas de crudo y concretamos nueve mil”.

García atribuye esto a tres factores, primero: calidad de la caña, inicialmente sin el contenido de dulce necesario para lograr un adecuado rendimiento industrial.

“En segundo término, afrontamos problemas industriales muy fuertes, que hemos ido resolviendo junto al abasto de caña.

“Otra cuestión esencial es la composición y calificación de la fuerza de trabajo: del 75 al 80 por ciento de los trabajadores son inexpertos, con solo un año o dos de fogueo.

“No es lo mismo hacer zafra en un central complejo, como Grito de Yara, con obreros experimentados, que con una tropa bisoña e ir formando gente cada año.

“Ello también incide en la cantidad de roturas, pues sin la debida práctica no revisan bien para evitar problemas, ni para resolverlos si ocurren”.

“No renunciamos al cumplimiento del plan, tarea colosal, pues debemos moler al 78 por ciento desde ahora hasta el 30 de abril para alcanzar las 35 mil toneladas; para concretarlas, tendremos un actuar totalmente diferente”.

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