
No es cubano corazón indiferente ante la Plaza de la Patria, donde están representados hechos y personalidades cumbres de la historia nacional.
Esa planicie artificial, la más moderna y amplia de la ciudad de Bayamo, pertenece al reparto Jesús Menéndez, entre cuyos edificios sobresale el único de Granma con 18 plantas; admite más de 100 mil personas y el Comandante en Jefe Fidel Castro la inauguró, el 26 de julio de 1982, frente a miles de personas, con motivo del Día de la rebeldía nacional. En 2006 y 2019, volvería a abrigar la celebración.
Como punto focal de la Plaza está su gran conjunto escultórico, obra del cubano José Ramón de Lázaro Bencomo, alias José de Larra (1938-2003), quien representó, entre montañas, a patriotas de relevantes trayectorias.
El espacio público lo hizo el pueblo bayamés, sobre todo, alumnos y profesores de las escuelas de Artes Plásticas y de Construcción Civil, junto a obreros y técnicos de empresas especializadas.
Unos 189 mil 400 pesos cubanos (entonces equivalentes a dólares) costó el monumento, que mide 5,5 metros de ancho, 25 de largo y 16,5 en su parte más alta. Paredes y pisos están vestidos con mármoles de Granma.
El conjunto tiene, en su base, un ovoide con cuatro figuras entrelazadas, que recuerdan la rebelión de aborígenes contra colonizadores, como referencia a la fundación de la villa de San Salvador, en el sitio donde los ibéricos quemaron vivo al cacique Hatuey, quien los venía combatiendo desde la cercana isla de Quisqueya (Haití y Santo Domingo).
La franja escultórica fue colocada de modo que el Sol le diera de frente todo el día. Tiene 21 figuras humanas, algunas de significación colectiva:
- Francisco Vicente Aguilera y Tamayo (1821-1877). Bayamés que simboliza altruismo, modestia y probidad. Sobresalió entre los líderes de la Generación de 1868 y dirigió la conspiración iniciadora de la primera guerra nacional por la independencia y contra la esclavitud.
- Máximo Gómez Báez (1836-1905). Dominicano que luchó 30 años por la libertad de Cuba. General en Jefe del Ejército Mambí. Único combatiente con título honorífico de Generalísimo. Símbolo del internacionalismo. Maestro de los guerreros cubanos. Fue de los grandes libertadores de América Latina.
- Antonio Maceo Grajales (1845-1896). Santiaguero. Ganó en combate todos los grados militares. Representa al pueblo hecho protagonista y jefe. Su protesta de Baraguá figura entre los momentos cumbres de la historia nacional. Expuso avanzadas ideas políticas y sociales.
- Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo (1819-1874). Bayamés. Inició la guerra del país por la independencia y contra la esclavitud y la dirigió cinco años, con tan sublime conducta que le llaman Padre de la Patria. Fue la figura cumbre del independentismo, principal corriente del pensamiento cubano en el siglo XIX, y le sumó la práctica y la ética.
- Pedro Figueredo Cisneros, alias Perucho (1818-1870). Bayamés. De los principales líderes de la Generación de 1868. Autor del Himno Nacional.
- Mujer bayamesa. Destacada patriota en todas las épocas. Por la belleza y las virtudes, representa a la cubana.
- Yate Granma. En él vinieron 82 expedicionarios, incluidos Fidel Castro, Raúl Castro, Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos, para reiniciar la guerra por la definitiva liberación.
- Camilo Cienfuegos Gorriarán (1932-1959). Habanero. El más brillante combatiente del Ejército Rebelde. Ejemplo de jovialidad, audacia y fidelidad.
- Fidel Castro Ruz (1926-2016). Natural de Birán, zona rural de Mayarí, Oriente. Máximo Líder de la Revolución Cubana. Uno de los políticos y revolucionarios más sobresalientes del siglo XX. Símbolo de la solidaridad y de las luchas antimperialistas.
- Ernesto (Che) Guevara de la Serna (1928-1967). Argentino. Exponente del internacionalismo y de las luchas antimperialistas. Uno de los más agudos pensadores revolucionarios del siglo XX.
- José Martí Pérez (1853-1895). Habanero. Se le ubica entre los guías espirituales de la humanidad y es el más grande pensador cubano de todos los tiempos. Libertad y justicia fueron sus pasiones, con énfasis en Cuba. Creó el primer partido del planeta para hacer la revolución social. Fue de los más singulares escritores de habla hispana.
- Frank País García (1934-1957). Santiaguero. Jovencito con agudeza como pensador revolucionario y sobresalió por la audacia y el valor.
- Celia Sánchez Manduley (1920-1980). Nació en Media Luna, poblado entonces del municipio de Manzanillo. Fue de las principales figuras femeninas en la historia de Cuba. Símbolo de modestia, valentía, audacia, fidelidad y entrega. Organizó un decisivo grupo de ayuda a los expedicionarios del Granma. Primera fémina incorporada al Ejército Rebelde. Se distinguió por el buen gusto y el amor a la naturaleza.
- José Luis Tassende de las Muñecas (1925-1953). Manzanillero. Herido en el ataque al cuartel Moncada, luego fue asesinado.
- Carlos Marx (1818-1883). Alemán. Creó, junto con Federico Engels, la concepción filosófica denominada materialismo histórico y dialéctico y la teoría del comunismo científico.
- Vladimir Ilich Lenin (1870-1924). Principal continuador de la obra de Marx y Engels, le hizo aportes y la llevó a la práctica. Dirigió la primera revolución comunista del planeta, la que inició una nueva era histórica.
- Antonio (Ñico) López Fernández (1932-1956). Habanero. Atacante al cuartel Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, y expedicionario del Granma. Asesinado, tras el desembarco.
- Jesús Menéndez Larrondo (1911-1948). Villareño. Líder de los azucareros cubanos desde la década de 1930 y militante del Partido Comunista. Bajo su dirección, se logró el llamado diferencial azucarero, cláusula de beneficio salarial. Asesinado.
- Francisco (Paquito) Rosales Benítez (1913-1957). Manzanillero. Líder obrero y del Partido Comunista. En 1940, resultó el primer alcalde comunista electo en América Latina. Asesinado.
- Obrero. Clase social determinante en la historia patriótica y revolucionaria del país. Nutrió las filas independentistas y las del Ejército Rebelde. Vanguardia en la primera revolución socialista del continente.
- Campesino. Clase pobre, cuya historia está repleta de patriotismo. Fue mayoría en las tropas independentistas, ayudó decisivamente al Ejército Rebelde y formó parte de él. Esencial en la revolución socialista.
Desde el centro del monumento, se elevan dos lengüetas como espirales y en su punto más elevado está el asiento de una llama, activada en fechas significativas. A la derecha del conjunto, flota la Bandera cubana y a la izquierda la del Movimiento 26 de Julio, principal fuerza popular en la Guerra de liberación nacional. Árboles de especies típicas, incluida la palma real, forman un semicírculo alrededor del conjunto.
Acciones modernizadoras agregaron, en 2005 y 2006, dos escenarios, camerinos, salones de maquillaje y el de protocolo. Este último tiene, entre sus adornos, el mayor vitral de un paño a nivel planetario (3,21 por 2,25 metros), obra del pintor cubano Ernesto García Peña.
También se mejoró la red vial vinculada al lugar, colocaron torres para iluminación artificial y los 12 mil metros cuadrados del área de concentración quedaron cubiertos con hormigón, granito y mármol.
A MODO DE CONCLUSIONES
A Bayamo no le dicen ciudad de las plazas, porque tiene muchísima historia heroica y a sus hijos les resultan más reales y placenteras las denominaciones de Ciudad Antorcha, del Himno o Monumento Nacional, y Cuna de la Patria, del Padre de la Patria o de la Nacionalidad Cubana.
Sin embargo, solo en pocas las ocasiones se recuerda que la urbe posee, desde 1868, la Plaza de la Revolución, nombrada así por Céspedes.
Abundan las muestras del desconocimiento acerca de un hecho tan singular y significativo. Lo reflejó, por ejemplo, la prensa cubana de 1982, cuando fue construida la Plaza de la Patria, nombre sometido por Fidel al voto de los asistentes al acto central con motivo del Día de la rebeldía nacional; pero dirigentes, periodistas e historiadores, en general, olvidaron el espacio bautizado por Céspedes.
Un conocido cineasta, tras recorrer la Plaza de la Revolución, prometió, emocionado, que su próximo documental se llamaría La Primera Plaza, mas la muerte le impidió cumplir el compromiso.
Por encima de criterios y detalles, lo real y hermoso es que Bayamo tiene tres plaza de la Revolución, algo muy singular y bien merecido. Abogo porque sean empleadas de manera inteligente y provechosa. No se trata de programaciones similares ni de rotarse determinadas propuestas.
Lo importante es que haya conocimiento, intercambio sistemático, respeto sincero y amor compartido, de modo que el visitante a cualquiera de ellas salga enamorado de la ciudad, porque ofrece, a toda hora, el abrazo único de un trío de espacios inolvidables, con razones indiscutibles y para bien de Cuba.
Fuentes:
Colectivo de autores: Bayamo en el crisol de la nacionalidad cubana. Ediciones Bayamo, Bayamo, 1996. Volumen I.
Maceo Verdecia, José: Bayamo. Edición anotada: Ludín Bernardo Fonseca García, Ediciones Bayamo, Bayamo, 2009.
Mari Aguilera, Eduardo e Idelmis Mari Aguilera: Entre el batey y el parque, las plazas. Ediciones Bayamo, Bayamo, 2005.
Naranjo Tamayo, Aldo Daniel: El estandarte que hemos levantado. Apuntes cronológicos. Carlos Manuel de Céspedes (1819-1874). Ediciones Unhic, La Habana, 2019.