
Ni cuando perdió ante La Habana, la conquista del título dejó de ser una aspiración para el conjunto de Granma en el Campeonato nacional del béisbol pioneril (11-12), que acaba de concluir en Bayamo.
Desde que arrancaron en sus respectivas llaves clasificatorias y hasta el encuentro sabatino, habaneros y granmenses fueron los mejores elencos del torneo. Y lo demostraron en la hexagonal final, avanzando como protagonistas al juego decisivo.
Era esa la oportunidad que tenían Vladimir Vargas y sus alumnos de tomar revancha del revés sufrido frente los campeones defensores, el único de todo el certamen, luego de pasear la distancia en la Zonal oriental.
Por eso y por la derrota en la final de 2023, llegaban con el orgullo herido; dispuestos a ripostar al estilo de los campeones. Y lo consiguieron, incluso, sin tantos apuros, tras imponerse de manera categórica (7×1) y ante sus seguidores, en el beisbolito Manuel Alarcón Reina.
Los discípulos de Vargas ratificaron, además, el serio trabajo que se realiza en la provincia con categorías inferiores y el tremendo empuje de técnicos y entrenadores, a pesar de carencias y limitaciones.
Por las medallas de bronce, la selección de Matanzas volvió noquear a Ciego de Ávila, esta vez con marcador de 12×2, en cinco episodios; mientras, Sancti Spíritus y Cienfuegos, en ese orden, completaban la tabla de posiciones.
Entretanto, el cuadro de honor quedaba integrado por el avileño Daibel Barrero (average), el capitalino Daynier Madruga (jonrones), el granmense Denis Miranda (juegos ganados) y el tunero Yordanis Ramírez (mejor árbitro).