Un vaso con jugo de mango para refrescar y alimentar el estómago con la apetitosa fruta se agradece doblemente, en estos días de intenso calor y compleja etapa por la que atraviesa la producción agrícola en la provincia de Granma.
Este tema lo retomo, para comentar sobre el acontecimiento, tras las primeras lluvias de mayo, con la alternativa de hacer una mejor zafra en el cultivo que motiva y despierta el interés de grandes y chicos, y en especial asiduos lectores de La Demajagua digital.
Aunque corta, pero oportuna, la cosecha del mango comenzó el mes anterior y constituye un desafío para la agricultura y la industria conservera cuando los especialistas valoran de positiva, la recolección en esta campaña.
Más allá de los estimados, que realizaron por el estado vegetativo de las plantaciones y floración, Granma ha podido contratar cinco mil toneladas para la elaboración de conservas en las fábricas de Yara y Manzanillo, pertenecientes al Ministerio de la Industria Alimenticia.
Otras cinco mil están destinadas a las minindustrias locales de varias entidades y unas mil 200 toneladas para el consumo social y popular, a través de la red de mercados.
Se suman cuantías inferiores en las ventas a instalaciones turísticas, centros de elaboración de la Gastronomía y rama del porcino para el alimento animal, mientras aún por definir se encuentra la posibilidad de envíos de la materia prima, según la disponibilidad de combustibles y transportación, hacia la Empresa mixta Tropical Contramaestre, de Santiago de Cuba.
Asimismo, le corresponde al territorio trasladar la pulpa para las compotas de los niños de la canasta familiar normada que produce la planta de Sancti Spíritus y conservar algunos volúmenes en frigoríficos con el propósito de asegurar el abastecimiento en periodos posteriores.
Para salir adelante en el empeño productivo se debe multiplicar los esfuerzos, crecer en los volúmenes del alimento fresco puesto al alcance de la población, con precio asequible y en su elaboración como mermeladas, pulpas y refrescos, surtidos que abastezcan a las unidades del comercio, entre otros, de Salud Pública y Educación.
También como en temporadas anteriores, mantener abiertos puntos de ventas, ubicados en áreas de la propia industria conservera y utilizar diferentes vías de comercialización que acerquen el producto a la familia.
Disciplina en la contratación, ágiles medidas en la entrega de envases a los productores, empleo de la tracción animal y otras alternativas para el traslado del mango, desde el campo a los puntos de compras y las fábricas exigen de eficiencia y participación colectiva.
Mientras, las autoridades del ramo han asegurado, recientemente, el respaldo del sistema productivo para asumir las “inundaciones” de mango, aprovechar todo el que llegue del llano y la montaña y que no se pierda la presente cosecha de primavera.