Madrid, – Una gira de dos meses por España del Ballet Nacional de Cuba (BNC), se acerca hoy a su fin con un balance muy emotivo y halagüeño.

La opinión llega a Prensa Latina por parte de Ernesto Luis Díaz, quien cumple 25 años en el BNC, ahora como primer bailarín de carácter y Maitre (profesor) de la compañía.

Además del periplo español, se añade una incursión breve, pero intensa, en Lisboa, Portugal, donde los bailarines cubanos no actuaban desde hace un cuarto de siglo.

El criterio acerca del éxito del BNC no se afinca en la autocomplacencia, sino en hechos indiscutibles: ovaciones apasionadas del público, teatros llenos y los gritos de ¡Bravo! Repetidos.

Algo con lo que coinciden la directora del BNC y primera bailarina, Viengsay Valdés, la primera bailarina y profesora Sadaise Arencibia, y ahora Ernesto Luis Díaz, los tres que accedieron a conversar con Prensa Latina.

“Ha sido una gira larga y muy exigente, de ciudad en ciudad, con mucha intensidad en la preparación de los espectáculos, aunque en todas las plazas muchos aplausos, aceptación, que son los mejores premios del público”, comentó Díaz.

Al analizar su extensa trayectoria en el BNC destacó que fue una escuela en la que entró como cuerpo de baile, pasando por todas las categorías; solista y ahora primer bailarín de carácter.

“Hago todos los personajes que son de actuación y que llevan un peso artístico dentro de la escena. Ha sido un privilegio pertenecer a la BNC durante tanto tiempo”, precisó.

Díaz valoró haber alternado con muchos bailarines. “He trabajado con grandes figuras como las Cuatro Joyas (Josefina Méndez, Aurora Bosch, Mirtha Plá y Loipa Araujo) también con Maria Elena Llorente, e igualmente aprendí mucho con Alicia Alonso, escuchando toda la riqueza que ella nos transmitía con sus enseñanzas; fue la inspiración y creadora”.

Con cierta nostalgia, aunque convencido de que el cuerpo cambia y habla, a sus 42 años, señaló con orgullo haber hecho todos los ballets.

“Ahora como maestro ayudo a nuevas generaciones, que son el futuro de la danza en Cuba, junto con mis personajes en escena. Doy clases en la Escuela Nacional de Ballet y me siento a gusto con mis papeles como primer bailarín de carácter”, concluyó.