
Ibis Villa Millán, presidenta de la cooperativa de producción agropecuaria (CPA) Primer Soviet, quien continúa el legado de su antecesor el desaparecido Ramón Romero, afirma en medio de los cortes de caña, que es un privilegio dirigir un colectivo de tanta calidad humana y tener un pelotón históricamente millonario.
La CPA Primer Soviet descuella por su tradicional y copioso aporte a la industria azucarera Arquímides Colina, de Mabay. También por ser referente nacional en rendimientos cañeros y por el liderazgo de su junta directiva que mantiene innegable continuidad.
Como ya es habitual, en muchos colectivos cañeros insignes de Granma y de Cuba, los presidentes de esas bases productivas están siempre donde la tarea es más ardua o apremiante, ya sea en los cortes, recuperación cañera o en los trabajos de diversificación.
“Desde la zafra anterior todo nuestro corte es mecanizado, ahora, con más razón que nunca, podemos cumplir los estimados que siempre nos han situado en buena posición entre los colegas de todo el país.
“Ya sobrepasamos el 73 por ciento de cumplimiento del compromiso con la industria, y no estamos más adelantados por roturas en las máquinas y la persistente humedad en los campos, estas son áreas bajas, por eso estamos prestando servicio a campesinos para que el central no pare.
“Aquí la calidad humana es muy grande, contamos con un personal que desde la madrugada al atardecer da lo mejor de sí, aprovecha el tiempo y mantiene una cooperación incondicional: aquí no existe lo “mío” sino lo “nuestro”.
“La CPA está en condiciones de cumplir las 16 mil toneladas de caña que nos faltan y si hace falta seguimos”.