
En el sector educacional masoense crece el movimiento agroproductivo en busca de la soberanía alimentaria y nutricional de estudiantes y trabajadores.
El Máster en Ciencias Alfredo Córcoles Mojena, director general de Educación en Bartolomé Masó, reconoce que los avances se sustentan en las estrategias concebidas en cada centro y el seguimiento dado al programa por parte de la estructura municipal.
En todas las instituciones educativas, dijo, están creados los módulos pecuarios con las especies de porcino, ovino – caprino, cunícola y aves que complementan las normas de consumo que deben consumir los estudiantes.
“Aseguramos de igual modo la siembra de las viandas, hortalizas y granos con las que garantizaremos también la alimentación de estudiantes y trabajadores”.
Córcoles Mojena precisó además el buen avance de los proyectos socio – productivos concebidos en los diferentes centros educativos masoenses.
“De estas ideas prácticas emanan las alternativas para la conservación y encurtido de alimentos que son aprovechados más allá de sus ciclos productivos”.
El sector educacional masoense cuenta con poco más 100 hectáreas de tierra, donde, además de poner en práctica el principio martiano de Estudio – Trabajo, se avanza en el encargo de asegurar la producción de alimentos a cerca de tres mil comensales diarios.
En este empeño sobresalen los centros internos ubicados en la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos cuya alta concentración de estudiantes y trabajadores exige de una constante búsqueda de variantes y alternativas para su alimentación.
