Claudio Domingo Brindis de Salas, calificado como el Paganini Negro o el Príncipe de las Octavas, nació el 4 de agosto 1852 en L a Habana. El primero de dichos calificativos estuvo relacionado con el hecho del color de su piel y por ser comparado con un relevante violinista italiano.
El otro fue por la forma tan magistral en que solía tocar el violín. Hijo de un músico, desde la etapa de su niñez, comenzó a estudiar el violín. Tiempo después se trasladó a París donde estudió en el conservatorio de la capital francesa.
Durante cinco años consecutivos obtuvo en dicho Conservatorio el Premio de Honor y de ese centro escolar egresó con el prestigio suficiente como para presentarse y triunfar en distintos salones franceses y en otros países.
Actuó en las más grandes salas de conciertos del mundo, París, Berlín, Londres, Madrid, Milán, Florencia, San Petersburgo, Viena, Caracas, Buenos Aires…
No obstante sus grandes éxitos en Europa no olvidó a su tierra natal. Se presentó en La Habana en el teatro Payret y después en los altos de El Louvre y seguidamente en el teatro Tacón.
La última vez que vino a Cuba fue en 1911.Realizó otra gira por América, pero ya afectado por la tuberculosis. En Argentina se presentó pero no de la forma que lo había caracterizado. El 2 de junio de 1911 se produjo su fallecimiento.
En la actualidad sus cenizas descansan en una urna situada sobre un pedestal de mármol en la sede del Instituto Musical de Investigación Folklóricas en la antigua Iglesia de Paula en La Habana Vieja. En el Museo Nacional de la Música, de La Habana, se exhibe un violín cuya propiedad se le atribuye a Claudio José Domingo Brindis de Salas.