Leonardo y la odisea de 2024

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Por Leonardo Leyva Paneque | 17 agosto, 2024 |
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FOTO Calixto N. Llanes (Jit)

Cuando el próximo 2 de septiembre, a partir de las 4:05 de la madrugada, comience la final del lanzamiento del disco masculino (F56) en el estadio de Saint Denis, sede del paraatletismo de los cercanos Juegos Paralímpicos de París 2024, se extrañará a Leonardo Díaz Aldana.

Por diversas razones, el más laureado de los paraatletas granmenses no pudo conseguir la clasificación y vio hacerse añicos el sueño de participar en su sexta cita consecutiva de este tipo, desde el debut en Atenas 2004.

Como parte de la ruta crítica rumbo a la justa parisina, Díaz Aldana asistió a dos paradas de Grand Prix, las efectuadas en Xalapa (México) y Marrakech (Marruecos), antes de la triste aventura que vivió en Kobe, sede del Campeonato mundial y donde se repartían dos boletos por especialidad a la capital de Francia.

Estrenó la temporada con un primer lugar en tierras mexicanas y una marca de 36.77 metros, que si bien no lo satisfacía del todo, le sirvió para un buen arranque, antes del segundo puesto de la próxima parada, donde superó en casi metro y medio el registro anterior, con 38.20 m.

En la urbe japonesa ni entró al círculo de lanzamientos por algunas incongruencias, que aún ni puede explicar.  Su silla no cumplía los requerimientos exigidos porque sobrepasó en dos milímetros la dimensión permisible, “la misma que utilizo, desde Londres 2012”, afirmó vía Facebook, desde la sede de competencia, en aquel momento.

De tal forma, su visita a la Tierra del Sol naciente resultó aciaga porque allí pretendía consolidar su ubicación en el ranking del orbe y, de paso, lograr la clasificación directa. Pero ni uno ni lo otro.

Y Leonardo se encomendó a la suerte, regresaba a Bayamo con la idea de recibir un wild card, su última oportunidad. “Conservaba esa esperanza y nunca llegó”, lamenta el cuatro veces campeón mundial.

Tampoco alcanzó avanzar por el escalafón, a pesar de los 38.20 m, que lo ubican en el noveno escaño y que encabeza el favorito brasileño Claudiney Batista dos Santos (46.81).

Algo similar sucedió con el parapesista Enmanuel González Rodríguez (49 kg), el mejor posicionado de América con un octavo lugar; además de destrozar en varias ocasiones el récord del continente, hasta fijarlo en 159 kilos.

Al jovencito manzanillero la suerte también le fue esquiva; de todas maneras, su carrera está en ascenso y en futuro no muy lejano debe visitar los principales escenarios de todo el mundo.

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