Lorenzo, ¿despedida para un regreso?

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Por Leonardo Leyva Paneque | 6 septiembre, 2024 |
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FOTO Calixto N. Llanes (Jit)

El adiós definitivo de las piscinas para Lorenzo Pérez Escalona (S6) llegó, con el séptimo puesto de este viernes, en los 400 metros del estilo libre, en los Juegos Paralímpicos de París 2024.

Meses atrás el mejor paranadador cubano de la historia ya lo había revelado y acaba de confirmar su decisión, luego de ver frustrado el anhelo de agarrar una medalla en su despedida, cuando no pudo mejorar el tiempo de la fase clasificatoria.

En 5:23.52 minutos concluyó las ocho vueltas a la alberca; mientras, el brasileño Talisson Glock (4:49.55) se agenciaba el título y relegaba al italiano Antonio Fantín (4:49.99) y al mexicano Jesús Alberto Gutiérrez Bermúdez (5:07.00) en la batalla por las preseas.

“No me ha dejado el mejor sabor y más porque físicamente me sentía muy bien; además, ha sido mi última competencia”, confesó a La Demajagua, minutos después de concluir su participación.

Aún así, Pérez Escalona se resiste a caer en el descontento: “Ha sido una gran fiesta deportiva, donde se vive el reencuentro con grandes amigos y admiradores; donde muchos nos estamos despidiendo para tomarnos un merecido descanso y darle paso a las nuevas generaciones. París ha sido para todos el gran escenario, donde -sin importar los resultados- todos hemos podido brillar, mostrando al mundo la grandeza de nuestras capacidades extraordinarias”.

A pesar de la inevitable nostalgia, le resulta imposible remontarse a su primera competencia, el campeonato nacional de 2008: “dieciséis años después siento una gran satisfacción por todo lo que he logrado en mi carrera deportiva. Tuve metas y las busqué, y sacrifiqué mucho hasta alcanzarlas”, afirma.

Y el oriundo de Niquero se muestra convencido: “Decido irme porque siento que ya no tengo nada más que ofrecer, aunque siga entre los ocho mejores del mundo”.

Cuando llega la hora del recuento y en medio de tantos momentos inolvidables, prefiere quedarse con lo vivido en Río 2016: “Me resulta difícil hacer la elección; de cada experiencia siempre me llevo la parte positiva y cada uno de mis resultados son como tesoros. Pero espiritualmente, Río 2016 me acercó más a Dios y fue donde tuve la satisfacción de saldar una deuda con mi hijo Jonhatan, que no se contentaba con otra medalla que no tuviera el color dorado”, comenta, al rememorar su triunfo en los 100 metros, una de las cuatro preseas que consiguió en lides paralímpicas (1-1-2).

Lorenzo quiere que lo recuerden con el mismo cariño y respeto que siempre le ha brindado a todos: “He transitado casi de manera desapercibida y mi mejor carta de presentación ha sido el respeto y amor por el prójimo”.

Pérez Escalona también ratificó sus intenciones de regresar al deporte y vincularse al paraatletismo, específicamente, al área de lanzamientos. Y aunque tal vez parezca demasiado ambicioso, sueña con convertirse en el primer medallista paralímpico en dos deportes diferentes.

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