
El Parque Nacional Turquino, también denominado Parque Nacional Sierra Maestra, constituye uno de los principales exponentes de la biodiversidad de la Sierra Maestra y en todo el Caribe insular.
Su nombre responde al Pico Turquino (1974 metros sobre el nivel del mar), que es el punto más alto de Cuba. El área protegida Parque Nacional Turquino se encuentra ubicado en el centro-oeste de la Sierra Maestra, abarcando áreas de los municipios de Bartolomé Masó Márquez de la provincia de Granma y Guamá en la homóloga Santiago de Cuba.
Se caracteriza por su alto endemismo y la riqueza de especies en los grupos de fauna y flora al resultar uno de los ecosistemas montañosos mejores conservados de Cuba y presentar una elevada biodiversidad, al ser comparada con otros ecosistemas montañosos de Cuba, lo que facilita el desarrollo de la interpretación y el uso público.
Su poca accesibilidad hace que gran parte del área esté altamente conservada. También, constituye un escenario histórico de acciones decisivas para la liberación de nuestro país y de las actuales tradiciones y costumbres campesinas, acervo de las raíces culturales del guajiro cubano.
Según especialistas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) en Granma, muchas de las especies restringidas a la Sierra Maestra (aves, reptiles, anfibios, insectos, moluscos, helechos, y arañas) se encuentran en esta área protegida de importancia regional que alberga más de 10 especies de las aves endémicas de Cuba, como el Tocororo, el Ruiseñor, la Cartacuba y el Pechero.
El Turquino, también, posee poblaciones de gran importancia de aves migratorias de Norteamérica, especialmente la Bijirita Azul de Garganta Negra, además, de muchas plantas y animales amenazados globalmente.
Existe un Plan de manejo para esta área que es una herramienta indispensable para desarrollar acciones que permitan conocer mejor sus valores históricos, socioculturales, naturales y los objetos de conservación, con el fin de lograr un manejo y protección más efectivo.
Los tipos principales de vegetación son bosque húmedo tropical de montaña, con plantas que pierden muy rápido su follaje sobre suelo calizo, monte nublado y monte fresco. La fauna del área es rica en vertebrados, como aves, anfibios y reptiles, siendo los bosques los refugios más importantes para la gran cantidad de especies endémicas y residentes.
Existen representantes de interés en la fauna de invertebrados fundamentalmente moluscos, con especies endémicas locales e insectos con especies amenazadas con categoría vulnerable.
La flora del área presenta alto endemismo, destacándose varias especies con varias categorías de amenazas, como la Sabina, el Copal, el azulejo, Chiminango y el Marañón de la Sierra, en las que se trabaja mediante proyectos de investigación.
En el Parque se encuentra una gran diversidad de formaciones vegetales, 28 definidas para el nuevo Atlas de Cuba (1992) en el Parque existen ocho, dichas formaciones se encuentran poco modificadas, como el bosque nublado (Nb) de Pico Suecia, donde se realizan estudios de investigación científica, por las características y capacidad de adaptación de las especies, considerándose un rasgo distintivo entre la diversidad existente.
Dentro del Área encontramos diferentes tipos de madera: en bolos, madera rolliza, madera combustible que son explotados de forma sostenible, con el propósito de ser utilizados en las propias construcciones del área y que la comunidad utilice estos recursos de forma racional sin afectar el recurso bosque y en los no maderables semillas forestales, guano, palmiche, guaniquiqui, aprovechándose solamente para las necesidades del Parque, para darle mantenimiento a las estaciones biológicas y la confección de carteles y señales dentro del área, así como en la elaboración de los alimentos, por lo que el nivel de explotación de estos recursos es ínfimo.
La mayor parte de estos recursos empleados se extraen de árboles derribados por las inclemencias climáticas, en un menor grado la tala de árboles. Para este último caso se aplica la tala selectiva empleando técnicas amigables con el medioambiente.
Entre las aves se reportan alrededor de 80 especies. De los mamíferos sobresalen las jutías conga y carabalí, y también se ha visto la presencia de manatíes en la franja costera. Entre las especies con alguna categoría de amenaza en el libro rojo o endémicas perfilan el gavilán colilargo, el cao, el camao, el tocororo, la cartacuba, el pechero, el carpintero verde, el negrito, la paloma rabiche, entre otras.

Dentro de la flora amenazada y en peligro de extinción, registradas en el libro Rojo y en acápites de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, podemos resaltar: la Sabina, la Magnolia, el Sabicú, el Azulejo, EL Cedro Nogal y el Copalillo.
Entre los invertebrados perfilan unas 44 especies, entre estos, diferentes tipos de mariposas que viven en los bosques del Parque Nacional Turquino. Dentro de las especies con mayor carisma están la mariposa de cristal, la mariposa corazón, y la azufre.
Los moluscos del Parque están representados por un pequeño número de especies endémicas entre las que se encuentran: el Napoleón, el caracol terrestre común y caracol terrestre cubano.

Para las especies de anfibios reportadas históricamente están conformadas por una total de tres familias, de estas Eleutherodactylidae (familia de ranas) es la más abundante con 16 especies pertenecientes al género leutherodactylus todas endémicas de Cuba.
Los reptiles presentes en el área están agrupados en nueve familias pertenecientes a los grupos de Saurios y Ofidios. De estos la familia con más diversidad específica y alto grado de endemismo de lagartos con el género Anolis 15 especies.
En el Parque se registran un aproximado de 80 especies entre migratorias, residentes y endémicas. La familia Parulidae (conocidos popularmente como reinitas, chipes o bijiritas) es una de las más diversas de las migratorias donde predominan las especies cigüita azul de garganta negra, el chipe trepador y el chipe azul olivo norteño; la candelita norteña o pavito migratorio, la Pizpita de Mangle, chipe garganta naranja, magnolia y atigrado; también la endémica reinita de oriente o pechero.
Las especies endémicas con mayores abundancias son el tocororo, la cartacuba, el Reuiseñor y el Carpintero verde.
Dentro de las que se encuentran en el Libro Rojo con diferentes grados de Amenazas encontramos: En Peligro al gavilán cubano o gavilán colilargo, la paloma perdiz cubana, el pitirre real; con categoría de vulnerable: el zorzal de Bicknell, la paloma perdiz camao; y con categoría de bajo riesgo el cuervo palmero.
En las áreas del Parque se encuentran dos especies autóctonas de roedores: la jutía conga y la calabari; distribuidas en toda el área e históricamente cazadas mediante el empleo de trampas, asechadas por perros jutieros y armas de fuego, a pesar de estar en veda permanente, siguen siendo capturadas de forma furtiva. No existen estudios de sus poblaciones y del impacto que produce la captura.
En el área costera Sur del Parque se avista de forma ocasional la especie Manatí, principalmente, en los bancos de Thalassia y en cercanías de las desembocaduras de los ríos.
VALORES HISTÓRICOS-CULTURALES
Desde el punto de vista histórico, el área guarda una estrecha relación entre las generaciones de las guerras independentistas y la Generación del Centenario, pues sirvió de refugio natural a los que llevaron a cabo estas luchas.
Fue bastión inexpugnable del Ejército Rebelde bajo la conducción del Comandante en Jefe. Aquí se estableció la Comandancia General de La Plata, la cual se conserva aún como un ejemplo de arquitectura integrada a la naturaleza, razón por la cual es hoy un lugar de visitas constantes por parte de turistas nacionales, extranjeros y personalidades de alto prestigio.
MARTÍ, EN EL LUGAR MÁS ALTO
En el año del Centenario del nacimiento de José Martí, en 1953, se organizaron en Cuba numerosas actividades para celebrar esa histórica fecha. Exposiciones, encuentros culturales, y conferencias sobre la vida y la obra de nuestro Apóstol, se realizaron en todo el país.
Por este motivo, la joven maestra Emérita Segredo Carreño, integrante de la Asociación de antiguos alumnos del Seminario Martiano, propuso en una reunión que el homenaje de esa institución fuera el de colocar un busto de Martí en el lugar más alto de nuestra Patria, en el Pico Turquino.

En una entrevista al diario El País, en 1952, la joven expresó: “Cuba coloca al Apóstol en su lugar más alto, materialmente, y en lo moral señala que desde allí se encontrará siempre vigilante, como un faro de luz vivísima y ejemplar, para que señale el buen camino a las generaciones de cubanos”.
Gonzalo de Quesada y Miranda, quien era el director de la Fragua Martiana, y presidía la Asociación, acogió y apoyó la iniciativa. Contactó con la escultora Jilma Madera y le pidió que hiciera un busto idéntico al que había donado ella a esa institución y que se exhibía en uno de sus salones.
Cuando María Mantilla visitó La Habana en 1953 para participar en el homenaje a Martí, Gonzalo de Quesada llevó a Jilma a conocerla. María recorrió la Fragua Martiana, le mostraron el busto y le revelaron que se trabajaba en el proyecto de colocarlo en el Pico Turquino.
La ejecución del proyecto recibió cooperación técnica del Instituto Nacional de Arqueología (INA), que presidía Roberto Pérez de Acevedo, y del padre de Celia Sánchez Manduley, el doctor Manuel Sánchez Silveira, a la sazón delegado del INA en Oriente.

La réplica que modeló Jilma del busto de Martí para colocarlo en el Pico Turquino era más pequeña, fundido en bronce, de unas 163 libras de peso para facilitar su ascensión.
Es digno mencionar como hechos y lugares de relevante importancia: La toma del cuartel de La Plata, el Combate de Purialón, el Combate de llanos del infierno, DE Pueblo Nuevo, La Batalla de Santo domingo; la Comandancia general de La Plata; la Armería del Ejército Rebelde en el Naranjo y la develación del busto de Martí en el Pico real del Turquino en 1953 por un grupo de jóvenes entre los que se encontraba la heroína del llano y de la Sierra, Celia Sánchez Manduley; la develación del busto de Frank País en Pico Cuba y del busto de Mella en el Pico que lleva su nombre, en la zona del Alto del Naranjo.
Por todos estos valores históricos el Parque constituye un baluarte de incalculable interés de conocimiento de las actuales y futuras generaciones.