El alegato de defensa del joven Fidel Castro después del asalto el 26 de julio de 1953 a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, hace 71 años es registrado en la historia de Cuba como un documento rector que trazó el trayecto que seguirían los jóvenes en la nueva etapa de lucha que se avecinaba.
Señores magistrados:
Nunca un abogado ha tenido que ejercer su oficio en tan difíciles condiciones; nunca contra un acusado se había cometido tal cúmulo de abrumadoras irregularidades. Uno y otro, son en este caso la misma persona. Como abogado, no ha podido ni tan siquiera ver el sumario y, como acusado, hace hoy setenta y seis días que está encerrado en una celda solitaria, total y absolutamente incomunicado, por encima de todas las prescripciones humanas y legales.
Ante este juicio, Fidel Castro Ruz, licenciado en Derecho Civil, decide asumir su propia defensa.
Es 16 de octubre de 1953, en una pequeña sala de la escuela de enfermeras del Hospital Civil de Santiago de Cuba, fue llevado ante los tribunales para su sentencia por los hechos ocurridos el 26 de julio de 1953 cuando los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en Santiago de Cuba y Bayamo.
En su declaración Fidel precisa que la lucha revolucionaria sería una lucha del pueblo y para el pueblo.
En el documento, señala lo que considera los males de la Cuba de entonces, resumidos en seis problemas fundamentales: El problema de la tierra, el de la industrialización, la situación de la vivienda, el desempleo, el problema de la educación y el de la salud.
Fidel denunció con dureza todos los descalabros que la dictadura de Fulgencio Batista cometía con el pueblo.
“La historia me absolverá” no solo fue un alegato político, sino que se convirtió de inmediato en el programa de una nueva etapa de lucha, ya que se convirtió en la vía propicia para reagrupar a todos aquellos jóvenes que estaban comprometidos con la organización del movimiento revolucionario, que no participaron en el ataque al Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. Además se sumaron otros seguidores a la causa revolucionaria.
Los 102 acusados en el juicio de 1953 fueron sentenciados entre siete meses a trece años de prisión, mientras que Fidel Castro fue condenado a 15 años de privación de libertad. Cumplió veintidós meses de prisión.
En La Historia me absolverá Fidel calificó a José Martí como el autor intelectual de las acciones llevadas a cabo el 26 de julio de 1953 y expuso.
Traigo en el corazón las doctrinas del Maestro y en el pensamiento las nobles ideas de todos los hombres que han defendido la libertad de los pueblos.”
Y con firmeza declaró los peligros que le acechaban en la prisión:
“En cuanto a mí, sé que la cárcel será dura como no la ha sido nunca para nadie, preñada de amenazas, de ruin y cobarde ensañamiento, pero no la temo, como no temo la furia del tirano miserable que arrancó la vida a setenta hermanos míos. Condenadme, no importa, La historia me absolverá.”