La entereza de la “familia Geysel” de Manzanillo

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Por Denia Fleitas Rosales | 26 octubre, 2024 |
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Darién Fuentes Jordán, jefe de la Central Eléctrica Diésel Manzanillo, a la izquierda, afirma que la comunicación constante con el Despacho Provincial de Carga fue vital para garantizar la generación y servicio eléctrico a Granma a través del microsistema / FOTO Denia Fleitas Rosales

Las horas de estoicismo de la “familia Geysel” de Manzanillo están inscritas en las páginas heroicas del pueblo granmense para superar la adversidad desde sus propias energías.

Fueron sus manos y disposición de actuar las que, entrelazadas con el esfuerzo de todo el sistema de la Empresa Eléctrica de Granma, hicieron posible que en medio del apagón total se encendiera la luz.

“Nos queda de esta experiencia que cumplimos con el deber,  mantener el microsistema para que Granma tuviera corriente. Así el Despacho provincial de carga hizo su trabajo contando con nosotros. Nos dieron la orden y no fallamos”.

El colectivo de la Central Eléctrica Diésel Manzanillo, guiado por Darién Fuentes Jordán, mostró durante esas casi 96 horas de alta tensión la entereza de quienes tienen a su cargo la generación distribuida, adscritos a  la Unidad empresarial de base Grupos electrógenos y servicios eléctricos (Geysel).

“Desde que nos comunicaron que debíamos trabajar en modo isla y funcionar como planta base del microsistema en Granma, alistamos los equipos y asumimos con la certeza de cumplir”, rememora Fuentes Jordán.

En la ciudad del Golfo de Guacanayabo, fueron 17 hombres los protagonistas de la eficiencia de los 13 motores de ambas baterías, que generaron de forma sostenida entre 13 y 15 MW, y contribuyeron a que las centrales en paralelos de la isla de Granma sirvieran hasta 50 megawatts de carga a la población de los 13 municipios, y en momentos determinados beneficiaran incluso a más del 51 por ciento de los 282 mil 554 clientes de la demarcación.

Sincronía, precisión y exactitud fueron clave. “Teníamos en la conciencia que no podíamos dejarlo caer -afirma el directivo con 15 años de labor en el grupo electrógeno. Las veces que sucedió, provocadas por averías como en el circuito Desarrollo, corrimos literalmente, y en unos 10 a 15 minutos pudimos decirle al Despacho ya estamos listo para volver, consecuentes con esa responsabilidad de que Granma cuenta contigo”.

Desde la perspectiva de que “no hay tiempo para la lentitud o las pausas, porque no somos solo nosotros los que sufrimos cada uno de esos imprevistos, sino la población entera la que sufre el apagón de momento”, a decir de Pedro Cantero Escalona, trabajaron sin descanso.

Pedro Vasallo Valerino es el jefe de uno de los cuatro turno de la Central, con 31 años de labor como parte del ejército de trabajadores eléctricos de Granma / FOTO Denia Fleitas Rosales

El operador jefe de turno Pedro Vasallo Valerino define como difíciles esas horas críticas “sin uso planta. Correr, incluso en medio de la oscuridad, alumbrados con linternas, buscando las alternativas para solucionar cada problema, y comenzar otra vez, siempre guiados por el conocimiento de nuestro líder, son momentos que no olvidaremos”.

“Permanecimos con un sexto sentido puesto en lo que estábamos haciendo, para mantener la eficiencia de las máquinas, habilitarlas en medio de la generación  para evitar interrupciones, y a la vez asegurar la vida de los operarios. Me siento satisfecho, porque pones el valor de tus conocimientos y estudios en los momentos más difíciles que se necesita, y ves el resultado de tu sacrificio al servir la carga”.

A sus 32 años el joven Reynier Machado Garlobo asegura haber vivido una experiencia única y sobre todo de formación práctica / FOTO Denia Fleitas Rosales

Uno de los más jóvenes operadores, Reynier Machado Garlobo, afirma que requirió esfuerzo “pero aprendí en la práctica, desde la combinación del agotamiento físico por las tareas y la alegría de colaborar con el pueblo. Rigor, mente clara, y amor prevalecieron en cada momento del actuar aquí en nuestra casa”.

Con 18 años de funcionamiento, como resultado de la Revolución energética desplegada en Cuba por idea del invicto Comandante en Jefe Fidel Castro, la Central Eléctrica Diésel Manzanillo se reafirma como fuente vital de generación en régimen de emergencia.

Su colectivo  consagra el valor y calidad profesional de los trabajadores del sector eléctrico cubano, sometido a la presión de déficit de combustibles y de piezas de repuesto para las maquinarias.

Saturados de coraje y compromiso “con la familia, que desde casa ofrecía apoyo y aliento”, con la Revolución y el pueblo, que cifra en ellos la esperanza de recibir destellos de luz, permanecen hoy en sus puestos de trabajo con los cascos y uniformes, prestos a la respuesta inmediata y a aportar energía.

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