La enfermedad cardiovascular es un término amplio que abarca problemas con el corazón y los vasos sanguíneos, dificultades que con mucha frecuencia se deben a la aterosclerosis, es decir, acumulación de grasa y colesterol en las paredes de las arterias, a lo cual se denomina placa.
Esta placa, pasado el tiempo puede estrechar los vasos sanguíneos y causar inconvenientes en todo el cuerpo. Tanto es así que cuando una arteria se obstruye puede presentarse un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
De acuerdo con datos suministrados por el Doctor Alexis Ferrer Fernández, jefe del Programa de enfermedades no trasmisibles y la Licenciada Susana González Viltres, responsable del Componente Conductual de Salud del referido programa, perteneciente al departamento de Promoción de Salud y prevención de enfermedades, estos padecimientos continúan ocupando el primer lugar de morbilidad y mortalidad en el mundo.
Alrededor de 17,5 millones de personas mueren al año por esta causa, es decir, una de cada tres, lo que representa el 31 por ciento de todos los decesos anuales en el orbe. Se estima que para el año 2030 esta cifra aumente a 23 millones.
Según explican el corazón no es la única víctima de este mal, otros órganos se ven afectados por él, como el cerebro y los vasos sanguíneos en general, aunque la que más prevalece es la enfermedad isquémica del corazón o infarto agudo de miocardio.
Entre las enfermedades cardíacas pueden señalarse la cardiopatía coronaria, el tipo más común, y sucede cuando se acumulan placas en las arterias que conducen al corazón; la insuficiencia cardíaca, cuando el miocardio se vuelve rígido o débil y no puede bombear suficiente sangre oxigenada; y las arritmias, dificultades con la frecuencia o el ritmo cardíaco porque el sistema eléctrico del corazón no funciona correctamente.
También se incluyen las enfermedades de las válvulas cardíacas (una o más de las cuatro válvulas no funciona correctamente), un sonido inusual denominado soplo, es el síntoma más común y en ocasiones se nace con él; la arteriopatía periférica, cuando las arterias de las piernas y los pies se estrechan debido a la acumulación de placas, y reducen o bloquean el flujo sanguíneo; la hipertensión; accidentes cerebrovasculares, falta de flujo sanguíneo en el cerebro, y la cardiopatía congénita, problema con la estructura y funcionamiento del corazón.
La buena noticia, aseguran el Doctor Alexis y la Licenciada Susana, es que todas las dolencias antes expuestas pueden evitarse o minimizarse con la práctica de hábitos saludables como ejercicios físicos, alimentación equilibrada, control de los niveles de colesterol, peso corporal, de diabetes e hipertensión y evitar el consumo de tabaco y bebidas alcohólicas.
De nosotros depende en gran medida que nuestra calidad de vida sea superior y podamos ser personas sanas insertadas en la vida socialmente activa, hagamos entonces lo correcto para evitar las enfermedades cardiovasculares.